El Indec informó que se destruyeron 118.079 puestos de trabajos privados formales en el primer semestre del año. En su informe “Puestos de trabajo y remuneraciones de los asalariados registrados”, el organismo oficial precisó que el retroceso fue de 6.537.947 a 6.419.868 puestos de trabajo. El 23 de agosto, el Indec había difundido el primer reporte de indicadores laborales luego del “apagón estadístico” de la gestión Todesca. Los números revelaron una tasa de desocupación del 9,3 por ciento en el segundo trimestre del 2016. Los jóvenes menores de 29 años conforman el grupo etario más afectado con el 18,9 por ciento de desempleo.
El otro dato saliente del informe fue el elevado nivel de desocupación registrado en los conglomerados urbanos más industriales: Conurbano bonaerense (11,2 por ciento), Gran Córdoba (11,5) y Gran Rosario (11,7 por ciento). El último dato publicado por el gobierno anterior, correspondiente al tercer trimestre del 2015, había sido del 5,9 por ciento. El gobierno nacional arguyó que esos datos no eran comparables por los “dibujos” del Indec “kirchnerista”. En esa línea, los funcionarios manifestaron que resultaba imposible afirmar que el desempleo había crecido en el primer semestre del 2016.
Sin embargo, la información difundida algunos días más tarde por la Dirección de Estadística y Censos de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (Caba) despejó cualquier duda al respecto. El instituto estadístico porteño confirmó un fuerte incremento del desempleo: del 6,8 por ciento en diciembre 2015 al 10,5 por ciento en junio de 2016.
El argumento de la falta de comparabilidad era inaplicable en este caso. El organismo aplicó la misma metodología de recolección y procesamiento de datos y, además, no podía ser tildado de “kirchnerista”.
El alza del desempleo debilita la fuerza negociadora de los trabajadores y también provoca el surgimiento de algunos nichos de negocios como, por ejemplo, las consultoras contratadas por firmas privadas para despedir a sus empleados. Ese mundillo tan particular fue retratado en la conocida película norteamericana “Un in the Air”. En ella, el personaje principal Ryan Bingham (interpretado George Clooney) viaja por todo el país “ejecutando” el “trabajo sucio”. Bingham comunica el despido a los trabajadores instándolos a comenzar una nueva vida “independientes y desesclavizados”. El mensaje tiene similitudes con las palabras de Macri cuándo fue consultado por las cesantías en el sector estatal. En esa ocasión, el Presidente sostuvo que “yo sueño que tengamos una Argentina donde cada uno de nosotros encuentre un lugar donde ser feliz…para eso es tan importante que la tarea de cada día, la vocación, que cada uno esté orgulloso de su trabajo”.
En estos días, empresas argentinas recibieron un vistoso folleto publicitario encabezado por el lema “Desvincular exige firmeza y sensibilidad”. Allí, la consultora Lee Hecht Harrison ofrece sus servicios informando que, a partir de agosto, cuenta con oficinas en las principales ciudades del país (Córdoba, Rosario, Mendoza, Tucumán).
La firma anuncia en su pagina web que “con 350 oficinas en más de 90 países de todo el mundo, Lee Hecht Harrison posee la experiencia, los conocimientos y la capacidad de dar apoyo global: desde la desvinculación de un único empleado hasta una reestructuración masiva…cuenta con nuestra palabra, y una garantía del 100% de satisfacción, de que la reestructuración o reducción del personal de su organización se producirá sin contratiempos y que se cumplirán sus objetivos”
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