LA ESTRATEGIA DE EMISION DE LETRAS DEL BANCO CENTRAL
El arma contra el verde
La principal y más potente herramienta monetaria para intentar controlar la cotización del dólar son los papeles de cortísimo plazo que emite el Banco Central. Tasas altas versus el dólar.
› Por Claudio Zlotnik
La declaración de default dejó a la Argentina sin financiamiento. Si bien ya hacía rato que los inversores internacionales le habían soltado la mano al país, los bancos locales y las AFJP recién lo hicieron a último momento, antes de fin de año. Pero el aislamiento total duró poco. En las últimas semanas, a través del Banco Central, el Estado volvió a tomar dinero prestado. Los 191,7 millones de pesos y los 54 millones de dólares de Letras emitidos hasta ahora marcan que, por ahora, el nuevo endeudamiento tiene forma de capullo. Pero nadie sabe si con éste ha comenzado una nueva y devoradora espiralización de la deuda cuyo final ya es conocido.
La emisión de Lebac (Letras del Banco Central) tiene un costado positivo. Le permite al Gobierno absorber pesos del mercado que, de otra manera, podrían destinarse a la compra de dólares y así presionar sobre el tipo de cambio. También sirve para marcar una tasa de interés de referencia para la economía. La tasa promedio de las Letras en circulación trepa al 59,0 por ciento anual en pesos y al 26,3 por ciento en las dolarizadas. Estos niveles reflejan el empeoramiento de la crisis en el último mes y medio, cuando se empezaron a emitir estos instrumentos. En aquel momento, la tasa de las Lebac en pesos resultó del 35,0 por ciento, mientras que en dólares fue de apenas el 4,75 por ciento.
Lejos de los tiempos en que la Argentina lograba financiarse con bonos de hasta 30 años, la vida promedio de los títulos colocados por el Central apenas llega a los 15 días (pesos) y a 21 días (dólares).
Frente a la grave situación económica, que incluye una dramática caída de la recaudación, el nuevo endeudamiento parece exiguo. En un mes y medio ya totalizó 350 millones de pesos, tomando en cuenta también a las Letras atadas al dólar, un monto muy inferior a los 5300 millones que ya emitió el Central en lo que va del año. Sin embargo, las altas tasas de interés y el aumento del dólar hacen pensar en una nueva bola de nieve que irá creciendo.
Las Lebac fueron ideadas para sacar a los bancos y a los grandes inversores del mercado cambiario. Para comprarlas es necesario contar con un mínimo de 10 mil pesos. Pero en el BCRA quieren ampliar esas posibilidades y están pensando en que en algún momento se sumen las AFJP (que están obligadas a financiar al Estado con los vencimientos de sus plazos fijos) y los ahorristas minoristas. No caben dudas que, de a poco, y aun cuando el Gobierno ni siquiera se sentó a renegociar las condiciones de la deuda vieja, el nuevo mecanismo de endeudamiento va ganando en importancia.