En las próximas semanas la suerte del gobierno dependerá de hacia dónde apunte el pulgar de Washington. La mayoría de los consultores estima que habrá acuerdo y que a más tardar entre mayo y junio llegaría un paquete (austero) de ayuda financiera del Fondo Monetario, el Banco Mundial y el FMI. Esos préstamos permitirían al gobierno fortalecer las reservas del Banco Central y mantener “domado” al dólar, clave a su vez para que la inflación no se descontrole.
Sin el respaldo de Washington, en cambio, los escenarios que se barajan son desastrosos. En la situación más ordenada posible, hay quienes especulan con un dólar a 5 pesos y una inflación minorista del 175 por ciento anual. El otro escenario posible es directamente el regreso de la híper, con un dólar a 20 pesos y un IPC de 1150 por ciento. Son números que suenan ridículos, pero basta mirar las cifras de las devaluaciones de los setenta y ochenta (ver cuadro) para darse cuenta de que todo es posible.