“La entrada del grupo Petersen a YPF es una reprivatización, no tiene nada que ver con un proyecto de renacionalización o reestatización. Además se trata de la venta parcial y minoritaria de una filial, por lo que no puede esperarse que un socio minoritario tenga mayor influencia sobre las decisiones estratégicas globales de Repsol YPF, consistentes en reinvertir en lugares del mundo en los que se puede obtener mayor rentabilidad que en la Argentina. Creemos que para (Enrique) Eskenazi, un hombre sin antecedentes en el mercado petrolero, y los capitales que lo acompañan se trata de una excelente oportunidad para ingresar en un negocio altamente rentable. La intención de Repsol YPF, en cambio, parece limitarse a integrar a un grupo fuertemente relacionado con el gobierno nacional, lo que le servirá de garantía para múltiples operaciones de bolsa, endeudamiento e inversiones. En particular, para conseguir fondos que no reinvertirá en la Argentina. La entrada de Eskenazi no altera el modelo privatista que llevó a la falta de inversión y caída de las reservas. Un modelo que sigue viendo en el petróleo un bien de lucro y no un recurso estratégico.”