La empresa Oster, de artículos de línea blanca, respondió de forma positiva a la política de administración de comercio. La firma de origen norteamericano inició hace dos años su actividad en el país, que consistía en la importación de planchas, licuadoras, jugueras y otros artículos de cocina. A raíz del control sobre las importaciones, primero mediante las licencias no automáticas de importación del Ministerio de Industria, y después con el sistema de declaración jurada anticipada, la compañía debió hacer una presentación ante la casa matriz que, atraída por el dinamismo del consumo y con la restricción de tener que producir localmente para poder importar, decidió que la filial argentina se asocie a la fábrica nacional Axel para producir planchas de diverso tipo. La inversión demandó 1,5 millón de dólares y generó 55 puestos de trabajo. “Nos adaptamos muy bien a las condiciones del mercado. Seguiremos sustituyendo importaciones en la medida en que exista viabilidad económica y financiera”, explicó a Cash Gustavo Pintelos, gerente general de Oster