Algo que me gustó mucho es el reciente y hasta ahora único disco de El emporio de la impericia. Abordan un jazz ecléctico e irónico. Por momentos incorporan instantáneas de tango, rumbas, ritmos magyares suturados por un violín, en ese arco de experimentación llegan a encrucijadas de gran intimismo. El disco tiene una concepción bastante original: presenta de cada tema una versión gemela o una alternative take en miniatura grabada por músicos amigos.