“El negocio de la danza, entendido como tal, es traer cuatro o cinco parejas, hacer unas funciones, cobrar carísimo, no poner un mango en nada y embolsar la guita. Mucha gente suele decirme ‘si lo ponés a Julio (Bocca) haciendo cualquier cosa, la gente va lo mismo’. Pero eso no es cierto. La gente puede ir una, dos veces. A la tercera no va más. El público olfatea, es milagroso. Yo no sé bien cómo funciona eso y siempre me pregunto: ¿cómo puede ser que se pongan todos de acuerdo para ir o no a las funciones?”

Lino Patalano, 29 de julio de 1992.