La música arreciaba en la presentación de Teatro x la Identidad mientras el público recibía instrucciones para instalarse. Como viene sucediendo, estos ciclos, impulsados por Abuelas de Plaza de Mayo y organizados por actores, directores, autores y técnicos teatrales, atraen a espectadores deseosos de acompañar a las Abuelas en la recuperación de los nietos, hijos de víctimas de la última dictadura militar que aún viven con la identidad falseada. En estos encuentros, cada participante cumple con el rito de dejar en claro cuál es su nombre y adosarle un comentario: “Yo lo puedo decir porque sé quién soy”.

El lanzamiento, realizado en el Metropolitan, trajo una exigencia de Macarena Gelman, a propósito de la visita a la Argentina de José “Pepe” Mujica, y una buena nueva, “la vuelta del Teatro del Picadero”, símbolo de las primeras jornadas de Teatro Abierto 1981. Este hecho emocionó al dramaturgo Roberto “Tito” Cossa y al empresario e iluminador Sebastián Blutrach, ahora dueño del Picadero. Pero antes de que esto sucediera, se proyectaron imágenes de personalidades del arte y de la cultura, entre otras, de la novelista, dramaturga y ensayista Griselda Gambaro, quien tampoco olvidó el rito: “Se quién soy y puedo decirlo”.

Otro tono adquirió la velada cuando la actriz y cantante Susana Rinaldi, recortada su figura sobre un fondo que mostraba la leyenda “Hasta que aparezca el último nieto”, precisó que la identidad no es sólo el nombre, sino también “la buena y sana obligación de respetar la memoria”. Y recordó que en diciembre de 1955, en Montgomery, Alabama (Estados Unidos), Rosa Parks desobedeció al chofer de un autobús público que le pedía ceder el asiento a una persona de raza blanca. Acusada de haber perturbado el orden, fue penada con la cárcel. El pastor estadounidense Martin Luther King, defensor de los movimientos y derechos civiles en su país, organizó protestas en apoyo de Parks, quien fue a su vez líder de los movimientos en lucha contra la segregación. Rinaldi contó que la mujer fue descalificada y se habló de ella como de alguien agotado por la lucha, a lo que Parks respondió en su autobiografía “que no estaba físicamente cansada sino cansada, harta, de ceder”. Rinaldi comparó ese hartazgo con el que, a su entender, sintió la compositora y cantante María Elena Walsh, cuando, en julio de 1978, “decidió no cantar más en público, porque estaba cansada, quizá también de ceder”. Memoró además sus canciones, “símbolos de lucha por la democracia”, como “La cigarra”, “Canción de cuna para un gobernante”, “Oración a la Justicia”, “Canción de caminantes”, “Postal de guerra” y “Pronto venceremos”, clásica marcha por los derechos en Estados Unidos, de la que Walsh realizó una adaptación. “Leí esto para rubricar mis palabras y el himno que nos acompaña hasta hoy”, puntualizó Rinaldi, cantando a capella “Pronto venceremos”.

El conductor Matías Martin hizo recuento y aportó números sobre las obras estrenadas por TxI, también sobre los autores participantes en estos once años, las funciones y, entre otros datos, sobre los kilómetros recorridos por los espectáculos dentro del país y en el exterior, incluidas las giras por España, Francia, Italia y Gran Bretaña. Otros números se referían a los cuatrocientos nietos de los que aún nada se sabe y a los ciento tres recuperados.

Tito Cossa, que participó del homenaje a Teatro Abierto (ver recuadro), informó también brevemente sobre la grata nueva: “Me dicen que se va a abrir el Teatro del Picadero. Lo va a tomar un joven empresario, Sebastián Blutrach. Le comenté la necesidad de una recordación de Teatro Abierto y me respondió: ‘La vamos a hacer juntos’”. Apartándose apenas del tema, el dramaturgo señaló que el milagro que se producía en todos estos ciclos era obra de las Abuelas: “Ellas nos juntaron y nos unieron bajo la misma bandera que en 1930 levantó el Teatro Independiente, después Teatro Abierto y ahora, Teatro x la Identidad. Esa bandera es la de la memoria, la justicia, la verdad y la lucha por la libertad, ahora y para siempre”. Lo acompañaban en el escenario el actor y director Villanueva Cosse, las actrices Beatriz Bonnet y Marta Bianchi, el director Rubens Correa, el dramaturgo Roberto Perinelli y los actores Arturo Bonín y Pepe Novoa. Le tocó al empresario Carlos Rottemberg, presidente de la Asociación Argentina de Empresarios Teatrales, encargarse de la presentación del productor e iluminador Sebastián Blutrach (productor de Blackbird y Toc toc). Lo calificó de idóneo y ético. Blutrach, a su vez, mencionó a aquellos con quienes ha trabajado y se mostró esperanzado en que Miguel Rottemberg (padre de Carlos) y la actriz, directora y coreógrafa Lía Jelin lo acompañen en el emprendimiento. La invitación de Abuelas le trajo a la memoria recuerdos de sus padres y de intérpretes hoy famosos. Resumió su interés en el Del Picadero, diciendo que ése “no fue ni será un teatro más”.

La actriz Nancy Duplaá leyó el testimonio de Victoria Ruiz Dameri, hija de Silvia Beatriz María Dameri y Orlando Antonio Ruiz; Andrea Pietra el de Claudia Victoria Poblete, hija de José “Pepe” Poblete y Marta Gertrudis “Trudy” Hlaczik; y Virginia Innocenti, el de Victoria Donda Pérez, nacida en cautiverio, hija de María Hilda Pérez y José María Laureano Donda. El Ensamble del Taller de percusión Aceite de Oliva, que dirige Alejandro Oliva, precedió la lectura de un texto escrito por el actor y director Luis Rivera López, integrante de la comisión directiva de TxI: “Vamos andando una vez cada año sin apuro y sin pausa... –sostuvo–, actuando nuestra verdad desde todos los escenarios cotidianos, y siendo siempre el brazo artístico de Abuelas, un brazo que puede abrazarlas y también protegerlas si alguien se atreve a meterse con ellas”.

El actor Marcos “Bicho” Gómez se presentó, confesando que hasta los 18 años creyó haber tenido otro nombre, porque el padre le decía “inútil, vení para acá”. Sin prenderse en el término “inútil”, Matías Martin le propuso la lectura de la programación, alternando las voces, hecho que Gómez aprovechó para introducir bocadillos sobre política. Cuando llegó el turno de la foto, el escenario se colmó. Entre los nietos y nietas recuperados se encontraba Macarena Gelman, nieta del poeta Juan Gelman: “Hace once años que sé quién soy –dijo–. Mi mamá, embarazada de ocho meses y medio, fue trasladada a Uruguay. Secuestrada en Buenos Aires fue llevada a un centro clandestino de detención, donde nací. Les cuento esto por dos razones. Una, porque es posible que en Uruguay haya otros chicos hijos de argentinos desaparecidos, como fue mi caso; y también, a propósito de la visita del presidente de Uruguay a la Argentina. El no quiere hablar de esto, dice que quiere mirar hacia delante, hacia el futuro, como si eso fuera posible, como si el pasado no tuviera que ver. Seguramente, no se hablará de esto en la visita a la Argentina, pero quise que ustedes lo supieran. En esta noche, en que comienza un nuevo ciclo de Teatro x la Identidad, apoyemos esta búsqueda de las Abuelas, que es la búsqueda de los nietos y de nuestros hermanos. Espero que el año próximo se pueda comenzar otro ciclo y encontrar muchos nietos”.

“La emoción es tan grande porque acá, arriba de este escenario, están nuestra verdad, nuestra realidad. Nuestro presente –resumió conmovida Estela Barnes de Carlotto, presidenta de Abuelas–. Este maravilloso país que tantas dictaduras quisieron destruir y no pudieron, porque es, en esencia, una Argentina que lucha en paz, que resiste y avanza a pesar de los inconvenientes. Festejemos este encuentro, esta felicidad que nos proporciona Teatro x la Identidad, que nació hace once años como una idea más, como un camino para encontrar a los nietos. Pensamos que ellos podían venir, escuchar, llegar. Y vinieron, escucharon y llegaron, y van a seguir llegando. Faltan centenares, saben que nuestro llamado es siempre el mismo... Quiero decirles gracias a estos queridísimos amigos teatristas, porque nos están dando este calor humano tan necesario. Todavía tenemos algunos dolores cuando no nos creen y nos humillan, pero qué lindo es ver el fruto del trabajo de un país que nunca bajó los brazos. Los nietos que están acá, libres, ellos mismos, todos, al unísono, pueden decir que saben quiénes son.”

Cercano al cierre, y entre abrazos a las Abuelas, Virginia Innocenti entonó “La cigarra”, tema coreado por el público. Después, el escenario y el frente de la platea fue para Babel Orkesta, agrupación que integran músicos y actores. Engolosinados, ofrecieron un show que multiplicaba los temas, buscando interactuar con el público.

* Funciones: lunes 8, 15, 22 y 29 de agosto en diferentes teatros de la ciudad. Entrada gratuita.