A cien kilómetros de Rosario, la localidad santafesina de Alcorta ultima en estos días los detalles del festejo de los cien años de la huelga rural conocida como el Grito de Alcorta. El próximo lunes, luego del acto central, en el Predio Ferrocarril de la Comuna tendrá lugar el estreno del espectáculo teatral escrito y dirigido especialmente para la ocasión, por el argentino César Brie, fundador del Teatro de los Andes, de Bolivia. El montaje será transmitido en vivo para todo el país por la señal 360 TV de la TDA. también podrá seguirse a través de www.igualdadcultural.gob.ar.

En 1912, en pleno apogeo del modelo agroexportador, las relaciones entre los terratenientes y los arrendatarios –la mayor parte de ellos, italianos– habían llegado a un punto máximo de tensión. Y aun cuando la Ley de Residencia permitía expulsar del país sin juicio previo a inmigrantes, un grupo de colonos inició en Alcorta el conflicto rural que pronto se extendería a los territorios de Buenos Aires, Córdoba y La Pampa: se cree que alrededor de 100.000 colonos se involucraron en la protesta. Entre otras cuestiones, los huelguistas reclamaban un régimen de arrendamiento más justo y contratos duraderos. Tras 50 días de lucha, se fundó en Rosario la Federación Agraria Argentina (FAA), cuyo primer presidente fue el catalán anarquista Antonio Nogueras.

Las reuniones se realizaban en los galpones del ferrocarril, en sótanos y locales de la Sociedad Italiana. Fueron dos hermanos italianos, el párroco de Alcorta y el cura de Máximo Paz, quienes sugirieron a los huelguistas que llamaran al hermano de ambos, Francisco Netri, un exitoso abogado afincado en Rosario. Netri se caracterizó por tener posiciones políticas moderadas. Así rechazó alinear la FAA con el Partido Socialista, reivindicó el perfil gremial de la lucha y levantó como consigna la frase “Justicia, no rebelión”. A lo largo de dos horas, el espectáculo de Brie recordará hechos y protagonistas: “Trabajé con un elenco de Rosario y con los habitantes de Alcorta, entre ellos una bisnieta de una de las mujeres que protagonizaron la huelga”, cuenta en la entrevista telefónica con Página/12 y subraya: “El aporte emotivo de los habitantes de Alcorta compensa su inexperiencia en términos teatrales y hace que sus actuaciones resulten conmovedoras”.

–¿Cuál era el reclamo de los colonos?

–Los colonos buscaban contratos más justos. La mayoría eran inmigrantes españoles e italianos. Habían llegado con la esperanza de rescatarse con sus familias a través del trabajo y se encontraron con que no había posibilidad de comprar tierras, sino de alquilarlas a precios exorbitantes que los obligaban a trabajar de modo bestial y a quedar siempre endeudados. El granero del mundo se construía sobre su sudor y los relegaba a la miseria.

–¿Hay varias versiones acerca del llamado Grito de Alcorta?

–Sí, hay versiones diferentes en relación con lo que se buscaba con la revuelta agraria.

Los periódicos ligados a los grandes propietarios (La Nación y La Prensa) presentaron los hechos de Alcorta y de la provincia de Santa Fe como resultado de un trabajo de agitación de anarquistas y apátridas. El gobierno radical tuvo una posición ambigua a pesar de que una comisión gubernamental les había dado la razón a los colonos. El periódico La Capital estuvo del lado de los huelguistas, también la mayor parte de los comerciantes de la región que eran acreedores de estos y no lograban cobrar sus haberes por la extrema miseria en la que los contratos con los terratenientes e intermediarios habían colocado a los colonos.

–¿Qué se festeja en la actualidad?

–Se recuerdan los cien años de la que fue la primera gran huelga agraria de Argentina. La huelga ganó; los propietarios tuvieron que firmar nuevos contratos con condiciones menos graves para los colonos, se creó la Federación Agraria como consecuencia de la organización surgida de esas luchas. Aunque los protagonistas de la huelga no vencieron, en realidad, a la larga. Los latifundios no se eliminaron; la reforma agraria no se hizo; el abogado Netri fue asesinado, otros colonos –Francisco Menna, Arturo Barros– fueron muertos y muchos de los organizadores de la revuelta acabaron lejos, olvidados, desterrados.

–¿Qué implicancias políticas tiene en el presente?

–Los cien años de Alcorta se recuerdan en un contexto que ha cambiado mucho. Hoy, los chacareros son personas ricas, que producen sobre todo soja. Una conmemoración puede tener muchos objetivos, algunos justos y otros instrumentales.

–¿Cómo será el espectáculo?

–Traté de recordar los hechos y las personas que los vivieron. De recordar a esas personas y las condiciones en que vivían los inmigrantes en aquellos años. He creado un texto poético sin renunciar a dar la información necesaria para comprender el conflicto. Y bajé a los héroes de los pedestales para mostrarlos en sus intenciones y en su destino.