Una residencia para dramaturgos jóvenes de América latina, España y Estados Unidos, clases magistrales de creadores extranjeros y locales, workshops con artistas del exterior, espectáculos internacionales que nunca pisaron suelo argentino y que traen nuevos aires, un esperado estreno nacional. Todas estas actividades forman el corazón de la tercera edición de Panorama Sur, un espacio de intercambio artístico, formación y exhibición que se desarrollará durante casi un mes (del 16 de julio al 10 de agosto) en distintas sedes porteñas. Es un proyecto de THE (Asociación para el Teatro Latinoamericano integrada por Alejandro Tantanian, Cynthia Edul y Asuka Hatano), junto a Siemens Stiftung (la fundación alemana que apoya la realización de proyectos artísticos, representada por el curador Joachim Gerstmeier) y, desde este año, el Goethe Institut, que se suma a la iniciativa.

“El objetivo es armar y consolidar una red, una plataforma de artistas, es decir que durante un mes sucedan muchas actividades al mismo tiempo, y que de esas relaciones entre creadores a lo largo de casi treinta días surjan más proyectos de trabajo y coproducciones”, explican Tantanian y Edul a Página/12. Ambos son reconocidos autores, actores y directores teatrales: Tantanian, uno de los fundadores del mítico Periférico de Objetos, viene de estrenar como director Cliff (Acantilado) y pronto presentará Cenizas, unipersonal con Patricio Contreras, mientras que Edul está por reponer A donde van los corazones rotos y viene de publicar su primera novela, La sucesión. Hace poco más de tres años decidieron dar forma a este proyecto, convencidos de que en Buenos Aires se produce mucho teatro, pero no abunda la reflexión por parte de los mismos creadores sobre su actividad. “Por eso, el espacio de las clases magistrales es fundamental y se mantiene cada año”, asegura el dúo. Esta vez, la edición lleva como lema “Más allá de la representación”, como eje temático alrededor de la cual giran los espectáculos, las clases y los workshops. “La idea de teatro postdramático, del alemán Hans Lehmann, es un concepto que tiene más de quince años en el mundo, pero que acá no es muy visitada –cuenta Tantanian–, salvo algunas experiencias puntuales como la obra de Beatriz Catani o algunos trabajos de Vivi Tellas, Lola Arias y Federico León. Nuestro teatro tiene un gran apego a lo representacional, mientras que el posdramatismo fuerza los límites de la representación. Y esta idea aparece de distintas maneras en las obras extranjeras que traemos, en los talleres y en las clases, no en la residencia para autores, donde cada uno podrá escribir sobre lo que quiera.”

Con la incorporación del Goethe Institut, la residencia para autores amplió su convocatoria, llegando a países latinoamericanos que en las ediciones pasadas no habían sido contemplados, además de becar completamente a nueve participantes. Así es como este año asistirán veinte autores de hasta 38 años provenientes de Cuba, Venezuela, Bolivia, México, Perú, Colombia, Chile, Uruguay, Estados Unidos, España y la Argentina. La residencia es un seminario intensivo en el que los participantes ven muchísimo teatro local, trabajan en la escritura de una obra propia junto a Tantanian, y realizan con Edul el desmontaje o análisis en profundidad de cuatro obras en cartel: Estado de ira, de Cirzo Zorzoli; Todo verde, de Santiago Loza y con dirección de Martín Seijo; Agamenón, volví del supermercado y le di una paliza a mi hijo, de Rodrigo García con dirección de Emilio García Wehbi, y Salomé de chacra, de Mauricio Kartun. “Es un espacio de formación desde un lugar más horizontal, no verticalista. Por eso está bueno que haya un nivel alto, lo cual en teatro está dado sobre todo por la práctica. Por eso, si bien apuntamos a dramaturgos jóvenes, nos interesa que tengan experiencia y que cada uno ya esté de algún modo inserto en la escena de su país”, advierte Tantanian.

En cuanto a las obras extranjeras, las tres cuestionan de distintas maneras la concepción más tradicional del espacio teatral. El telón se levanta el 18 de julio a las 21.30 en la sala Martín Coronado del Teatro San Martín con el estreno porteño de uno de los espectáculos de danza más aclamados de la escena mundial: H3, por el Grupo de Rua de Bruno Beltrao, de Brasil. “Beltrao y sus nueve bailarines trabajan la idea de construir una danza que comenzó en las calles de Niteroi, cerca de Río, y que es traccionada a espacios teatrales. Manejan una velocidad y una energía tan altas que alteran la percepción del espacio”, comentan los organizadores. De Estados Unidos llega la New York City Players, un emblema del off Broadway, con Showcase, un espectáculo de pequeño formato que sucede en el cuarto de un hotel y aquí se hará en una habitación del 725 Continental, el 19, 20, 21 y 22 de julio en tres funciones diarias. “Es un monólogo extraordinario de Richard Maxwell sobre una especie de viajante de comercio, triste y parecido a todos, en un cuarto de hotel. Dura 35 minutos y los veinte espectadores por función se ubican sentados en la cama o en el piso; los que se mueven son los dos personajes, el protagonista y su sombra”, adelanta Tantanian.

Meg Stuart es una reconocida coreógrafa norteamericana radicada en Bélgica, considerada una de las figuras clave del panorama de la danza contemporánea actual. Con su compañía Damaged Goods y la artista plástica Magalí Desbazeille harán una instalación visual en vivo titulada Sand Table los días 19, 20 y 21 (tres funciones por día) en el Espacio Callejón. “Tiene un formato particular porque el público se ubica en los balcones de la sala y la obra sucede abajo, en una mesa de arena. Así que el público mira desde arriba esa mesa donde se proyectan los cuerpos y las figuras, que se modifican cuando los dos intérpretes mueven la arena. Es una performance vinculada con las artes visuales y el videoarte”, señala Edul. La grilla de espectáculos se cierra con el estreno de Las multitudes, de Federico León, una coproducción entre el Tacec (Centro de Experimentación y Creación del Teatro Argentino de La Plata), Siemens Stiftung y Berliner Festspiele, que se presentará los días 20, 21, 22, 26, 28 y 29 en la sala experimental del máximo coliseo platense. Ciento veinte personas de distintas generaciones subirán a escena y, de a poco, comenzarán a singularizarse. Entre ellos surgen atracciones, enamoramientos, enemistades, alianzas y estrategias. El desafío para el creador de obras como Cachetazo de campo y Yo en el futuro es que semejante número de intérpretes encuentre un terreno común y pueda tocar la misma melodía al punto de llegar a funcionar como un único personaje.

El menú de workshops incluye opciones atractivas para bailarines y coreógrafos. Por primera vez llega al país un intérprete de la compañía de William Forsythe: Christopher Roman, quien trabajará sobre los métodos de improvisación del célebre coreógrafo norteamericano y sobre el uso de tecnologías y software aplicados a la creación. La bailarina chilena Varinia Canto Vila, intérprete de Sand Table, dará un taller sobre las claves del movimiento en los procesos creativos de Meg Stuart. Y dos bailarines del Grupo de Rua, Ugo Alexandre y Ronielson Araújo, abordarán cuestiones centrales de la danza callejera. Además, Richard Maxwell, director artístico de la New York City Players, y el actor Jim Fletcher darán un workshop sobre el rol del performer en la puesta de nuevos textos, y sobre la relación entre la improvisación y la palabra. Por último, el ciclo de clases magistrales abarca cinco encuentros abiertos al público en el auditorio del Malba, que permitirán acercarse a la cocina creativa de distintos creadores. En este marco, Richard Maxwell dialogará con Alejandro Tantanian el 18 de julio, Bruno Beltrao lo hará con Susana Tambutti (el 21), la directora y dramaturga chilena Manuela Infante hablará sobre “La mímesis como la ciencia ya no de comprender lo otro sino como la ciencia de ser lo otro” (el 23), Federico León conversará con Alan Pauls (el 25), y la directora y autora argentina Beatriz Catani ofrecerá una clase titulada “Desde lo efímero” (el 28). En suma, Panorama Sur enfrentará el frío del invierno con un arsenal de actividades que invitan a encerrarse en una sala y descubrir novedades del teatro mundial, escuchar a grandes maestros, presenciar debates o acercarse a técnicas nuevas. Los cuerpos y las mentes van a entrar en calor.