El 5 de mayo de 1976, una brigada del Batallón 601 interceptó en la puerta de su casa al escritor Haroldo Conti y a su mujer, Marta Scavac. El grupo de tareas ingresó a la vivienda. Unos interrogaban al escritor, otros registraban cajones y bibliotecas antes de vaciar la casa de objetos y muebles. Scavac sólo pudo impedir que se llevaran el cuento que Conti acababa de terminar: “Quedó sólo eso sin romper, como un símbolo en medio de la casa revuelta, como sacudida por un terremoto”, escribió más tarde. La imagen de ‘A la diestra’, ese texto esperando en la máquina de escribir, fue el punto de arranque para Lo que llevo de ausencia, dirigido por Alfredo Martín. Para el director, que los secuestradores no se llevaran el cuento “fue como si algo del orden del mal se hubiese detenido frente a la obra literaria y no se consumase del todo. La dictadura no sólo mató a Haroldo, privó a las generaciones posteriores de lo que pudo haber escrito”. Interpretado por Marcelo Bucossi y musicalizado en vivo por Antoliano Rojas, el espectáculo se ve los domingos, a las 18, en Del Borde (Chile 630).

Bucossi sugirió a Martín que encarasen un proyecto teatral en homenaje al escritor. Martín, muy dado a componer dramaturgia sobre material narrativo, se abocó a la lectura de Conti, lo que lo llevó a interesarse por su vida: “A las novelas, Conti las sentía como a trozos de vida que tenían que vivir”, señala el director y agrega: “Siempre escribió sobre su vida, sobre lo que había experimentado en contacto con personajes sencillos, los cuales supo recrear con intensidad y poder de asociación”, destaca. Las fases preparativas para el montaje incluyeron también una excursión al pueblo natal del autor de “La balada del álamo Carolina” a la búsqueda del árbol que humaniza el escritor en su cuento, concebido el año anterior a su desaparición: “Está a un costado del camino, con unas ramas altísimas que hacen un arrullo envolvente al ser movidas por el viento”, describe.

“Lejos de ser un autor costumbrista, Conti superó toda forma de realismo a pesar de demorarse en los detalles de lo que podría ser visto como pobre o simple”, opina Martín, quien piensa su escritura como una huella que invita a medir la profundidad de la pisada, más que a imaginar el sentido del trayecto: “Hasta sus censores debieron admitir sus dotes de escritor”, cuenta. Lo que llevo... articula dos relatos de contenido biográfico, uno referido a las actividades que Conti llevaba adelante hasta la noche del secuestro, el otro, el texto completo de “A la diestra”, que evoca personajes clave de la infancia del escritor. Con sensibilidad, Bucossi pasa de la figura del Conti escritor compulsivo y profesor de latín al narrador del nostálgico cuento que lo incluye como invitado especial en el banquete que organiza Don Dios en el cielo. Según destaca Martín, la obra “realiza un homenaje a la memoria, porque recuerda la figura del escritor y alude al mecanismo que utilizó para darle vida y vigencia poética a lo que ya había acontecido”. Los detalles dolorosos encuentran un contrapeso en el humor: “Tratamos de celebrar como en un fogón, algo propio de la vida”, sugiere el director. “Aunque los relatos hablan de la muerte, no queremos caer en el duelo o en la tristeza, sino hablar de la vida y la literatura como una forma de resistencia.”