Una residencia intensiva para dramaturgos de América latina, España y Estados Unidos, artistas extranjeros que por primera vez actúan en el país, un ciclo de clases magistrales y otro de workshops a cargo de especialistas, producciones locales. Todo esto es Panorama Sur, la plataforma internacional de artes escénicas creada por los argentinos Alejandro Tantanian y Cynthia Edul junto a la fundación alemana Siemens Stiftung, con el apoyo del Goethe Institut, el Complejo Teatral de Buenos Aires, el Centro de Experimentación del Teatro Argentino de La Plata, el Malba, el IUNA, el Ministerio de Cultura del Uruguay y el programa Iberescena. Desde hoy y durante tres semanas, la reflexión, la creación, el intercambio y la exhibición de espectáculos se concentran en esta usina cultural que no tiene precedentes en otras partes del mundo y que además consolidó un eje preciso: el interés por los nuevos lenguajes y por las estéticas contemporáneas.

El proyecto nació hace cuatro años de la convicción de que en Buenos Aires se produce mucha actividad escénica pero no está acompañada de una reflexión sobre esa praxis, lo que suele jugar en contra de la calidad de los trabajos. Los artistas extranjeros invitados a Panorama Sur no sólo harán espectáculos sino que ofrecerán clases y talleres para exponer, discutir y trabajar según sus lineamientos. Y por eso también los veinte dramaturgos de habla hispana seleccionados para la residencia no sólo trabajan en la creación de sus propios textos sino que van a ver una serie de obras de la cartelera porteña para después analizarlas en profundidad. La residencia tiene entonces dos patas: la clínica de obra coordinada por Tantanian, en la que cada autor trabaja en la creación de un texto propio y el desmontaje de espectáculos, coordinado por Edul con la presencia de los autores.

Para esta edición, Panorama Sur obtuvo un subsidio de Iberescena que posibilita el debut local de la prestigiosa compañía Mapa Teatro, de Colombia. Creado hace treinta años por los suizos radicados en Colombia Heidi y Rolf Abderhalden, este colectivo artístico presentará Discurso de un hombre decente (18, 19, 20 y 21 de julio a las 21 horas en el sala Tacec del Teatro Argentino de La Plata) y Testigo de las ruinas (25 y 26 de julio a las 21 en la sala Cunill Cabanellas del Teatro San Martín). “Venimos trabajando en una línea relacionada con el lenguaje escénico y con las problemáticas estéticas contemporáneas. Y en Latinoamérica no hay compañías tan radicales como Mapa, en cuanto al cruce entre lo social y lo performático”, señala Edul a Página/12. Los curadores coinciden en un punto: si el teatro documental europeo intenta llevar a escena a la gente común y sus historias de vida, Mapa se inclina por historias y conflictos con un contenido político y una línea editorial contundentes. Así, Discurso de un hombre decente retoma el discurso encontrado en el bolsillo de la camisa del narcotraficante Pablo Escobar el día de su muerte –supuestamente clasificado como secreto por la CIA– y lo articula en un montaje escénico delirante y de mucha energía. En la puesta confluyen una pantalla donde se proyecta lo acontecido con ese archivo, personajes reales como un conocido rapero y activista social de Medellín, la misma banda de música que tocaba para Escobar, y criaturas de ficción como una presentadora rutilante acaso salida de un talk-show y un personaje-planta que es pura cocaína.

A su vez, Testigo de las ruinas se apoya en un doloroso hecho de la ciudad de Bogotá: la desaparición del barrio Santa Inés-El Cartucho, como consecuencia de las arbitrariedades del poder que optó por “poner debajo de la alfombra ese núcleo marginal y dejar a sus habitantes sin un lugar donde vivir”, explican los curadores. Mapa Teatro trabajó con los habitantes del barrio durante doce años ensayando la obra Prometeo, del alemán Heiner Müller. El espectáculo que traen combina el registro de ese proceso creativo y de la destrucción del barrio proyectados en un pantalla y, en el escenario, dos figuras vitales de ese acontecimiento, el alcalde de Bogotá Antanas Mockus, que luchó contra la desaparición del barrio, y Juana Ramírez, una de las últimas sobrevivientes de ese poblado.

El menú de obras extranjeras se completa con The Croquis Reloaded, de la española Cuqui Jerez (23 y 24 de julio en el Espacio Callejón). Una performance en la que el cuerpo entra en relación con el espacio, los objetos y el tiempo, repitiendo gestos, manipulando referencias de tiempo y espacios y sugiriendo la idea de un croquis, de algo que se arma a través de distintas acciones.

En cuanto a la programación nacional, se estrenará Yo te vi caer, con dirección de Maricel Alvarez, danza de Diana Szeimblum y el autor Santiago Loza al frente del texto (26, 27, 28 y 30 de julio en el Tacec). Un trabajo apoyado en un discurso sobre el hecho físico de caer y sobre sus consecuencias espirituales. Aproximaciones a distancia es un adelanto de la obra que Matías Umpierrez comenzó a generar en 2012 en el marco de la residencia para autores de Panorama Sur. Umpierrez y equipo ofrecerán el 17 de julio a las 16 horas en el Malba, con entrada gratuita, un work in progress que combina actuación y tecnología. Mostrarán media hora de un trabajo centrado en cuatro mujeres comunicadas vía Skype a la espera del amor, para después abrir el debate y dialogar con los asistentes.