El espectáculo se llama Distintos 2 y lo protagonizan cuatro hombres con micrófono en mano, “sin sketches, música ni artificios”, destacan. Solamente ellos con sus chistes: sí, claro, es otro espectáculo de stand up, género en ascenso en la cartelera porteña, hace rato. Roberto Moldavsky sintetiza por qué el show lleva aquel nombre: “Somos tan distintos que nada nos podía unir... salvo este show”. El, Guillermo Selci, Darian Shijman y Ezequiel Hara Duck pisarán a partir de mañana el escenario del ND/Teatro (Paraguay 918), a la medianoche.

“La idea es hacer un espectáculo con personalidades escénicas para todos los gustos”, explica a Página/12 Selci, quien acumula más de 1500 presentaciones, una de ellas para el orgullo: es el comediante que hizo stand up en cadena nacional, delante de Cristina Fernández de Kirchner, al inaugurarse en Tecnópolis el Encuentro Federal de la Palabra. A Darian Shijman, abogado y actor, se lo conoce como “Rulo”: fue el movilero de Caiga Quien Caiga y se de-sempeña en medios. Moldavsky, exponente del humor judío, es sociólogo y hasta hace poco vendía telas en Once. Finalmente, Ezequiel Hara Duck, además de standupero, es agente de prensa, productor de radio y autor de libros sobre humor.

Los cuatro se conocen desde hace ya un par de años. “Nos gustaba la idea de hacer un show que permitiera ver diferentes personalidades escénicas”, dice Hara Duck, en consonancia con Selci. “Es un surtido de personalidades tan diferentes como las que uno puede encontrarse en la vida real. Siempre decíamos de trabajar juntos, y en un momento concretamos la idea de hacer el espectáculo”, concluye. “Lo que más me interesaba era la posibilidad de dividir costos”, bromea Moldavsky.

–Insisten en que son diferentes. ¿Cómo se autodefinirían?

Roberto Moldavsky: –Mi estilo es como si estuviésemos hablando en el living de mi casa, tranquilos, y te cuento una historia que te hace reír y a mí me tiene loco.

Darian Shijman: –Intento ser natural arriba del escenario para transmitir frescura y buen humor. En el stand up es importante que el público se identifique con el tema. Cuento algunas historias personales que me fueron ocurriendo en mi vida desde pequeño, dentro de lo posible las acomodé para que el público se pueda identificar.

Guillermo Selci: –Es muy difícil definirlo, porque trato de ir cambiando cada año. Pero digamos que mi estilo es caminar por los límites. Ver hasta dónde y con qué se puede hacer humor. Está bueno que un cómico no sólo haga reír sino que también exprese una manera de ver el mundo o de denunciar lo que cree que va a contramano. Es un desafío constante y no es fácil hacer reír y decir lo que uno piensa al mismo tiempo.

Ezequiel Hara Duck: –Mi personaje habla calmo, muy tranquilo, haciendo one liners, hablando de temas triviales e incómodos a la vez. Juego con la figura del antihéroe, sin estridencias, pero con humor. Interactúo con el público y me hago cargo de las cosas que puedan surgir en el escenario.

–¿Sobre qué temas les gusta hacer humor?

G. S.: –Me gusta la incomodidad, hacer reír con lo que no estamos acostumbrados, temas que no se tocan en la tele. Y de ahí ir a lo más tonto y estúpido. Ir de una punta a la otra me divierte bastante.

R. M.: –Mi especialidad es el humor judío, el Once; el haber crecido en el barrio siendo casi el único terminado a mano. Y me encanta el tema del matrimonio, la pareja y otras instituciones que nuestra sociedad creó para su normal desarrollo.

E. H. D.: –Hago humor de temas cotidianos que abarcan el amor, la religión, la muerte y la actualidad, y también hablo de situaciones mundanas como la vida en los shoppings.

–¿Por qué eligieron, entre todas las artes escénicas posibles, el stand up?

R. M.: –Se ve que no me conoce: danza no hubiera podido, tela intenté, pero más que nada gabardina con poliéster. Y para el stand up, con un micrófono abrís el boliche, así que... Hablando en serio, me encantaba ver a Gasalla monologar o a Verdaguer, y me pareció que daba con el estilo de “pibe payaso” que hay en cualquier grupo humano.

D. S.: –El stand up te da la posibilidad de ser uno mismo. No es necesario encarnar un personaje: uno es el personaje y lo explota al máximo.

G. S.: –No sé si uno elige o las cosas se van dando. Lo que más me seduce de este género es la simpleza. Un tipo solo arriba del escenario haciendo reír es una propuesta muy tentadora. Es casi un representante del público en escena, un antidivo que habla de las mismas cosas que siente el espectador.

E. H. D.: –El stand up es el resultado de un camino y una búsqueda que me llevó por el cine, la escritura, el teatro y la radio. Todos esos caminos los atravesé de la mano del humor. El stand up es un arte que produce mucha satisfacción: es una situación muy placentera sentir la respuesta a carcajadas de la creación propia, que nadie más que el comediante que está arriba del escenario realiza.