“No ir al teatro es como vestirse sin espejo.” Esta era una frase utilizada a menudo por quienes adherían a un teatro que apuntara a ser crítico respecto de la sociedad que pagaba por la entrada. Por supuesto, no todos lo prefieren así y valoran aquel que es sinónimo de simple pasatiempo. De uno y otro habrá en este verano y en el transcurso del 2007 en la cartelera de Buenos Aires, de la que estarán ausentes hasta marzo los teatros oficiales. En las cinco salas del Complejo Teatral Buenos Aires (San Martín, Alvear, Regio, De la Ribera y Sarmiento) se han iniciado trabajos de reparación, así como también en el Teatro Nacional Cervantes.

La diversidad seguirá siendo una característica de la escena porteña, y éste es un dato destacable. Al borde ya de las fiestas se estrenará un trabajo de título desafiante, algo así como vestirse con espejo. Se trata de Variedades antinavideñas, sobre idea y dirección de Osqui Guzmán y Leticia González, intérpretes de una serie de escenas que describen los absurdos y hasta patéticos comportamientos navideños. Participan Manuel Vicente y otros artistas invitados. Podrá vérselos los viernes 15 y 22, y los sábados 16 y 23 de este mes en Portón de Sánchez, cuando la temporada 2006 haya finalizado (este año no habrá fiesta anual en las salas del CTBA) y en Mar del Plata hayan comenzado a probar suerte nuevas obras.

Entre los estrenos porteños se anunciaron Mi brillante divorcio, unipersonal de Ana Acosta que dirigirá Carlos Evaristo (el 3 de enero, en el Astral); Pingo argentino, con Enrique Pinti y elenco, y dirección de Ricky Pashkus (5 de enero, en el Maipo), quien ese mismo día debuta con La jaula de las locas, de Jean Poiret, en el Metropolitan. Esta pieza, de la que se han hecho décadas atrás dos puestas (la última con Tato Bores y Carlos Perciavalle), apunta al matrimonio burgués dentro de la cultura gay. En este montaje actúan Fernando Peña y Miguel Angel Rodríguez. Otro debut que genera expectativa es el de Thelma Biral en una pieza de título aún no confirmado, Oscar y la dama de rosa, dirigida por Oscar Barney Finn (en Multiteatro). En otra sala de ese espacio se verá Yo soy mi propia mujer, con Julio Chávez y puesta de Agustín Alezzo. El núcleo de la acción es la historia de un transformista alemán en la Alemania nazi (el 5 de enero, en Multiteatro). De la conflictiva relación de una madre con sus tres hijas trata Independencia, del estadounidense Lee Blessing, que se ofrecerá a partir del 12 de enero en Andamio 90, dirigida por Lizardo Laphitz. El título designa a un pequeño pueblo de Estados Unidos.

La muerte de un viajante, obra de 1949 de Arthur Miller, se verá en un montaje de Rubén Szuchmacher. El papel de Willy Loman, el viajante de comercio que después de trabajar treinta años en una empresa es despedido sin contemplaciones, será protagonizado por Alfredo Alcón. En otros interesantes roles actúan Diego Peretti, María Onetto y Luciano Cáceres. Esta pieza –producción de Pablo Kompel y Adrián Suar– se ofrecerá en el Paseo La Plaza. Otra apuesta es Réquiem nupcial, con actuación, dramaturgia y dirección de Marta Paccamici (el 21 de enero, en el Teatro del Abasto). En materia de musicales se adelanta otro estreno de Valeria Lynch: Pasión bohemia, el 15 de enero en Ciudad Cultural Konex. Entre los espectáculos internacionales se espera a la compañía Hopballehus y su The Monkey, entre el 18 y 28 de enero, en el C.C. de la Cooperación. En este trabajo, dirigido por Max Webster sobre dramaturgia de Winsome Brown, confluyen teatro, danza y música en vivo, con temas de la polifonía rusa (un ejemplo de ésta es el Ave María, de Serguei Rachmaninov) y, entre otros, del rock español contemporáneo. En el Teatro Celcit, y a modo de preestreno, se ofrecerán dos funciones de Loteo (17 y 24 de febrero), pieza escrita y dirigida por Víctor Winer, con actuación de Rita Terranova, música de Diego Soifer y dirección de arte de Carlos Di Pasquo.