Cuando en la revista ñ del 5 de mayo apareció una nota de Griselda Gambaro polemizando con las expresiones vertidas por Spregelburd en una entrevista publicada con anterioridad, sentí que, por fin, el teatro ocupaba el lugar del debate, un espacio que, en tanto confrontación de ideas diferentes, no parece tener demasiada cabida en el discurso cultural de estos tiempos. En El fin de las pequeñas historias, Eduardo Grüner habla del “discurso imperial del ‘conmigo o contra mí’ como emergente de un mundo que, a partir del 11 de septiembre, ‘ha vuelto a totalizarse’, y en el que la globalización lejos de significar diversidad y diferencia, produce una creciente homogeneización dentro del discurso dominante”. La nota publicada por Jorge Dubatti en el número siguiente echa por tierra la ilusión de aquel debate. El mismo Spregelburd, en su respuesta a Griselda, se encarga de afirmar que “no hay tal polémica”. Y Dubatti funda su desacuerdo con las opiniones de Gambaro en la negación de su existencia: “Nos permitimos creer que la nota de ñ que ella firma el sábado pasado sencillamente no es de ella. Esta no es Griselda. La Gambaro no pudo escribir eso”. Dubatti, a través de este mecanismo, extrema las posibilidades de la descalificación. No polemiza con las ideas de Griselda sino que se permite postular que no le pertenecen, que ni siquiera las ha escrito. Por lo tanto, no existen, y no tiene sentido discutirlas. Dubatti lleva a cabo un procedimiento de supresión de la otredad. La nota de Griselda sería un “puro malentendido”. Según Dubatti, sus palabras no serían suyas, y aun si lo fueran se trataría de una “página olvidable” que “ojalá Griselda decida no incluir (...) en sus radiantes obras completas”. Quiero creer que Dubatti, llevado por su encendida defensa del teatro de Spregelburd, no ha sido consciente del peligro que su procedimiento implica. Espero que la lógica del “discurso imperial del ‘conmigo o contra mí’” del que habla Grüner no silencie nuestras diferencias. Deseo apasionadamente que haya “tal polémica”. Y, sobre todo, que Griselda siga escribiendo ésta y muchas otras páginas.

* Dramaturga.