Vie 11.04.2008
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TEATRO › LOS MACOCOS Y LA FABULOSA HISTORIA DE LOS INOLVIDABLES MARRAPODI

“El humor mejora cuando madura”

Convertidos en un “power trío”, luego de la pérdida de uno de sus integrantes, Javier Rama, el grupo repone esta noche en el Metropolitan uno de sus espectáculos clásicos, estrenado hace diez años, sobre una familia de artistas.

› Por Hilda Cabrera

¿Por qué no volver a la epopeya de los Marrapodi, aquella familia de artistas que desembarcó en el puerto de Buenos Ayres en 1672? La única estirpe que reunió los calificativos de inolvidables, anónimos y eternos por sobrevivir a todo tipo de calamidades (vientos huracanados e incendios) y crear una única obra que sus integrantes adaptaron a lo largo de trescientos años a diferentes estilos y nunca estrenaron. Los personajes, un viudo, su hija y dos pretendientes son los pilares de una historia que el grupo Los Macocos presentó en 1998 en la Sala Cunill Cabanellas del Teatro San Martín y, tiempo después, en el Teatro de la Ribera, el Teatro Nacional Cervantes, y desde hoy en el Metropolitan, de Corrientes 1323. Invitada a festivales internacionales (incluidos el de Cádiz y el Grec, de Barcelona), La fabulosa historia de los inolvidables Marrapodi ha sido un espectáculo generoso para el grupo. Esto es lo que opinan Martín Salazar, Gabriel Wolf y Daniel Casablanca, quienes rescatan especialmente el trabajo que entonces realizó para la obra el músico y autor Jorge Maronna (de Les Luthiers) y el aporte autoral y la dirección del fallecido Javier Rama, compañero del equipo durante quince años.

Rama se incorporó en 1990, cinco años después de la fundación del grupo, en 1985, con el estreno de Macocos!, en el teatro-taller El Parque. La fabulosa... fue el primer espectáculo que trabajaron a partir de la escritura. En los anteriores, el inicio era la creación colectiva, volcada luego a la escritura. Los Macocos, ahora sin Rama y sin Marcelo Xicarts, quien se apartó del grupo por propia voluntad (“decidió separarse, y está bien; quiso tomar distancia”), se encuentran más exigidos y preparando un nuevo espectáculo para estrenar en septiembre, en el Cervantes, sobre la figura de Don Juan, el amante más controvertido de la literatura dramática.

–¿Qué significa ...Marrapodi hoy?

M. S.: –Después de la pérdida y el cambio que sufrió el grupo nos preguntamos qué hacer, con qué salir al ruedo, y coincidimos en que éste es uno de nuestros clásicos. Nos parece el más justo, certero y redondo. Nos sacó de pozos profundos y hasta nos llevó de gira al exterior.

–¿Se puede decir que es una obra cómica teñida de melancolía?

M. S.: –Decimos que es un clásico nuestro porque hace años que venimos trabajando sobre el lenguaje de las compañías rioplatenses y abordando problemáticas de la sociedad argentina, como en Los Albornoz..., Continente viril y ...la princesa Turandot, obras que entraron en el circuito de giras.

–¿Se plantean la continuidad del grupo?

D. C.: –Sí, y nos hace bien.

M. S.: –Después de veinte años trabajamos sin dos compañeros, Javier y Marcelo. Esto da lugar a una nueva dinámica, a otra manera de relacionarnos.

–¿Ayuda el hecho de que estén capacitados para actuar, dirigir y producir?

M. S.: –Nunca hubo un director de compañía. Javier era director de los espectáculos, pero al grupo lo dirigíamos entre todos.

D. C.: –No somos actores-instrumento sino actores creativos. ...Marrapodi funciona como prueba piloto de una dinámica que conocemos.

G. W.: –El próximo espectáculo sobre Don Juan lo estamos preparando entre los tres.

D. C.: –Los tres (con Wolf) estudiamos en la ENAD, y con Tincho (Salazar) nos conocemos desde los trece años, de la secundaria.

D. C.: –Hemos hecho cosas afuera de Macocos, que nos acompaña, nos abre puertas y nos ha enseñado a trabajar en grupo. Manejamos un discurso crítico, burlón y cínico, pero en ... Marrapodi es distinto. Lo sentimos como un homenaje a nuestra profesión.

M. S.: –Quiero pensar que esta obra simboliza al teatro argentino y a los elencos que nunca pudieron estrenar, un karma que los Macocos asumen representando historias y cumpliendo los sueños de sus personajes, porque los Marrapodi ganaron premios y viajaron por el mundo. Y esto en una época en que exportar humor es complicado. A nosotros, por ejemplo, el humor de Alberto Olmedo nos parece genial, pero es inexportable. Una excepción es Les Luthiers, con quienes Daniel está trabajando.

D. C.: –La idea con Les Luthiers es hacer una participación creativa como actor. Ya estuve en Granada. Por eso, Oski Guzmán me va a reemplazar cuando esté de gira.

–¿Se entiende el humor de Macocos en el exterior?

M. S.: –En general, sí. Igualmente vamos a festivales donde la gente tiene una mirada más amplia y está dispuesta a ver algo diferente de lo propio, de su cultura.

–¿Los personajes siguen siendo los mismos en esta puesta?

G. W.: –Sí, sólo que antes representaban un género más, el del primer cuadro, donde se recitaba una loa al virrey. Lo mantuvimos hasta comienzos de 2002. Después decidimos que no iba. Aparecieron también otros gags, que creemos más efectivos que los originales.

D. C.: –Es que los espectáculos de humor funcionan mejor con el paso del tiempo, cuando maduran.

M. S.: –Esto no lo entienden algunos empresarios. La mayoría prefiere un estreno.

–¿Cómo surgen los gags?

D. C.: –Los pensamos previamente, pero se resuelven con el público. En esto no hay vuelta: la gente se ríe o no.

M. S.: –Hasta un espectáculo tan escrito como éste, el público marca cómo hacer el chiste. Cuando la risa se da cada tres segundos, hay aplausos.

D. C.: –Lo normal es obtener cada diez o quince segundos una risa.

G. W.: –Si no hay reacción en treinta segundos, es mejor sacarlo.

–¿La estrategia es entonces actuar y controlar?

D. C.: –Trabajamos con la esquizofrenia. Uno actúa, juega y se olvida, pero después, ante el video, intelectualiza y se da cuenta de qué debe cambiar. Es interesante tener dos miradas.

–¿Es así de mecánico?

M. S.: –No tanto. Es bueno que el público ría, pero también que escuche. En este estreno nos sentimos fuertes, además porque somos productores. Podemos decir que antes éramos una Banda, una formación tipo orquesta y ahora somos un power trío.

G. W.: –Ahora las decisiones son de los tres. Y este es un tema, sobre todo porque Javier, en algunos aspectos, era el que tenía la última palabra. El hecho de presentar ...Marrapodi está unido al deseo de mostrar que Macocos sigue vivo. No es solamente un de-safío ante la propuesta de ofrecernos una sala como ésta en la calle Corrientes. Pasa por mostrar que pese a todo hay vitalidad en el grupo.

M. S.: –Y que lo nuestro es hacer teatro, y que si no estamos sobre un escenario no nos sentimos actores.

D. C.: –A un actor no le basta con tener proyectos, necesita funciones, porque el chou debe continuar.

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