TEATRO › OI OI HOY 2, UNA NUEVA TEMPORADA DE STAND UP JUDIO
Los humoristas Dalia Gutmann, Guillermo Selci, Diego Wainstein y Rudy estrenan esta noche la segunda parte de un espectáculo que se inspira, muchas veces, en vivencias personales que logran convertir en “absurdos compartidos”.
› Por Oscar Ranzani
El stand up dejó de ser una moda para convertirse en un género asentado de la cartelera porteña. “Lo fundamental es que hay más público y más cómicos. Esto hace que el género vaya evolucionando, vaya madurando. Muchos cómicos que empezaron a los veintipico ya tienen treinta y pico y los materiales son más interesantes porque han crecido técnicamente y han madurado”, dice Diego Wainstein, un experto en la materia y director artístico (además de monologuista) de OI OI Hoy 2, la segunda parte del espectáculo que ofreció el año pasado junto a Dalia Gutmann, Guillermo Selci y Rudy. Oi OI Hoy 2 se estrena hoy, y podrá verse todos los viernes a las 22.30 y los sábados a las 21 en Sala The Cavern, Paseo La Plaza (Corrientes 1660).
“Así como en el show anterior hablaba de la creación del mundo y de la Biblia –dice Wainstein–, esta vez hablo de los 5768 años de espera. Ya no es judío el show sino judeo-cristiano porque hablamos más del Mesías y de Jesús que de cosas judaicas”, señala el monologuista, quien, a su vez, aclara que no es stand up judío porque no hay nada que lo diferencie del tradicional. Gutmann, esposa de Sebastián Wainraich –conductor de TVR con sólida experiencia en el stand up– tuvo una hija hace ocho meses y, por lo tanto, el tema de la maternidad estructura su monólogo. “Hablo mucho de lo que me fue pasando con los familiares, con los amigos, con la beba. Es decir, todo lo que me fue sucediendo como ser humano a partir de tener un bebé en mi casa”, cuenta Gutmann, quien también se refiere a la gente hipocondríaca. “Yo hablo de temas estrictamente personales que sólo me pasan a mí como el psicoanálisis”, bromea Rudy, quien se refiere a los divorcios y también menciona “a las madres sobreprotectoras que van más allá de las madres judías, ya que hay madres no judías que también son así. Otra cosa que sólo me pasa a mí es el eterno desencuentro entre los hombres y las mujeres”, comenta con ironía el humorista de Página/12 acerca de otro de los tópicos que aborda. Guillermo Selci es el presentador y además monologa. “Primero, empiezo hablando de esas pequeñas cosas que te pasan a diario y que te sacan de quicio, como cuando entrás a una casa y un perro te viene a oler los huevos hasta cómo es manejar y no entender nada de autos. También hablo de esta vorágine que hay hoy en día que tenés que tomar 102 Años Plus, vitaminas, fosfovita. Y hablo un poco de Tierra Santa”, señala Selci.
–¿Vivieron los temas que abordan o construyen una mirada sobre los otros?
Gutmann: –La mayoría de los humoristas dicen que todo lo que te hace sufrir en la vida brilla sobre el escenario.
Selci: –La cosa sería así: lo que opaca tu vida brilla en escena.
Rudy: –O sea que lo que brilla en tu vida en escena opaca (risas). Lo que uno se da cuenta es de que esa cosa que te da bronca y pensás que te pasó sólo a vos de golpe es algo transmisible, algo con lo que el otro también se puede identificar porque le sucedió algo parecido y que también le dio bronca. En algún momento, esos absurdos se transforman en absurdos compartidos. Y ahí es donde creo que son efectivos en escena.
–¿En qué se inspiran para componer? ¿Cómo es ese momento?
Gutmann: –Muchas veces los temas surgen de conversaciones con la gente. Yo digo: No puedo creer que mi suegra me ve tanto las tetas, por ejemplo, porque estoy dándole de mamar a mi hijo todo el tiempo adelante de ella. Y genera risa. Entonces, decís: “Algo acá tengo que armar”.
Selci: –Básicamente la gente se ríe por identificación o por cómo el cómico se toma las cosas. No a todos nos pasa lo mismo ni tenemos la misma reacción. Sería la teoría de la relatividad en stand up.
–¿Qué grado de improvisación hay en un espectáculo de stand up?
Wainstein: –Dependés del aquí y ahora. Otra de las cosas que nos diferencia del teatro es la rotura de la cuarta pared con el distanciamiento y acercamiento al público de cada noche. En realidad, estás como dialogando con el público y eso hace que pueda modificarse alguna cosa en cada función y que tiene que ver con las reacciones.
Selci: –Improvisás sobre una estructura. Tenés tu monólogo y, de golpe, ves que el público no te responde con eso y te vas para otro lado.
–¿Cómo trabajan los guiones?
Wainstein: –En mi caso, me tengo que divertir yo mismo. Descreo mucho del humorista o aquel viejo escritor o guionista de televisión que decía: “Yo leo a William Shakespeare, pero para el público hago una porquería total”. Yo soy muy exigente, si no me divierto creo que el espectáculo no sirve. Ahora, si yo me divierto y el público no, tampoco sirve. No hago espectáculos para pocos. En ese sentido, quiero que vaya la mayor cantidad de gente posible. Y esa gente tiene que ver a alguien que disfruta en escena.
Selci: –Uno se adapta al público del horario. No es lo mismo el público de las nueve de la noche que, generalmente, son señoras que se acuestan más temprano, que el de la una de la madrugada, que son pibes a los que les gusta algo un poco más guarro. Pero lo ideal es tener el material más adaptable a todo público, así no tenés que hacer tanta pirueta.
Rudy: –Estoy de acuerdo con Diego en cuanto a que lo que no me divierte no lo puedo decir. No tengo manera de defenderlo. Después, entre lo que me divierte o me parece bueno, por ahí, uno sí elige qué quiere decir en un espectáculo o en otro.
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