CHICOS › EL FENOMENO DE LA FERIA DEL LIBRO INFANTIL Y JUVENIL
Oferta inabarcable de libros, talleres, actividades teatrales, espectáculos circenses, ciencia y arte. La lectura es el eje de una muestra multidisciplinaria donde siempre suceden cosas.
› Por Karina Micheletto
Ya es un clásico que se revela como un “boom” de vacaciones: la Feria del Libro Infantil y Juvenil convoca todos los días a una entusiasta multitud de chicos y grandes, en bullicioso montón reunido ya desde antes del horario de apertura en torno de... ¡libros! Cuesta creer que algo así suceda en los tiempos que corren. Pero, como dice el lema de la feria de este año, “la magia continúa”: son los libros, y todo lo que provocan y evocan, los grandes convocantes de este espacio. Y con ellos, una enorme cantidad de actividades de teatro, circo, ciencia o arte, siempre en relación con los libros y la lectura.
A juzgar por las cifras que ya manejan los organizadores, esa “magia” que sustenta la feria se afianza año a año: si el flujo de gente sigue a ritmo sostenido, se estima que para cuando el evento finalice habrá reunido a más de 280 mil personas, que fue la convocatoria del año pasado. Un público que habrá recorrido 14.300 metros cuadrados que abarca la exposición, con 107 expositores, 430 talleres dictados y 150 espectáculos especiales brindados, además de los que ofrece, por su cuenta, cada editorial y cada expositor. Una oferta que puede abrumar en su sobreabundancia. A los adultos, porque los chicos, según puede apreciarse, tienen pila para seguir recorriendo unos metros más de stands.
Ya desde antes de ingresar al Centro de Exposiciones, el entusiasmo del piberío se hace sentir desde las filas zigzagueantes de la entrada. Adentro, la oferta que llega desde todos los rincones –y también desde la señorita del parlante, que está dale que dale anunciando que “en minutos” sucederá algo tentador– puede llegar a marear a los más ansiosos: están las actividades que ofrece la feria, más las de las editoriales, las firmas de autores, las obras de teatro, los espectáculos musicales, los cuentacuentos, las plazas centrales donde también suceden cosas, los rincones de lectura, una “zona joven” que este año intenta captar a los chicos más grandes, invitaciones a pintar, armar poesías, hacer talleres... Y están, claro, los libros, que parecen no acabar nunca entre el colorido de los stands.
El de Uranito, por caso –uno de los más producidos, con rincones para que los chicos pinten y escriban en un pizarrón gigante–, tiene a un sufrido y amarillo muñeco de peluche (la mascota del logo) en la entrada, que cada tanto debe ser salvado cuando los chicos, además de sacarse fotos, se acercan para pegarle (los niños son malos, ya se sabe). Un poco más adelante, el stand de Pakapaka logra, por momentos, lo que parece el imposible del bullicio: invitar a los chicos en un espacio más íntimo y tranquilo, con propuestas como teatro kamishibai (esa arte japonesa legendaria) y actividades para armar poesías y completar un cuento en una máquina de escribir que hoy parece prehistórica.
En cuanto a los títulos, la oferta es apabullante y tentadora. No es que haya demasiados precios especiales (aunque hay descuentos y promociones según los stands). Pero, así dispuestos todos juntos, resultan para el lector apasionado (y los chicos son grandes apasionados, siempre) un festín que da cuenta del buen momento que atraviesa la literatura infantil y juvenil en el país. Las dos grandes premiadas internacionales de la LIJ local –la cordobesa María Teresa Andruetto y la escritora e ilustradora Isol, que ganaron el Hans Christian Andersen y el Astrid Lindgren, sendos “Nobel” de la LIJ– acaparan muchas de las ediciones y reediciones que se muestran con orgullo en los stands. Está, por ejemplo, el bellísimo Había una vez de Andruetto, con cajita e ilustraciones de Claudia Legnazzi que parecen hechas en filigrana, en el stand que Calibroscopio comparte con otras editoriales independientes. Isol tiene carteles con sus dibujos de marca propia en el stand de Fondo de Cultura y estará el próximo sábado 27 dando un espectáculo poético-musical junto al poeta Jorge Luján, a propósito de sus ediciones en la editorial cordobesa ComunicArte.
Un lugar especial de esta feria se reserva para el martes próximo, cuando se recuerde a la recientemente fallecida Elsa Bornemann. Será a las 16 en una de las plazas abiertas de la feria, con lectura de poemas, narraciones y una gran suelta de grullas entre todos los presentes, recordando la última obra de la autora, Mil grullas, editada por Alfaguara. Además, entre las actividades especiales, todos los días el grupo teatral La Galera Encantada mostrará un espectáculo. También actuarán compañías como El Juglar y grupos como El Murgón de la Esquina. El “Rincón Cuentacuentos” irá reuniendo a destacados narradores. En la “Zona de Magia” se anuncian talleres de magia y ciencia, de satélites y robots. También hay talleres como el de hoy a las 16: ¡Vení a filmar tu corto de terror!, ofrecido con un concurso de cortos de terror. Mañana, celebrando el Día del Amigo, habrá durante todo el día sorteos de vales por $300, que podrán ser canjeados por libros en la feria. Y hay más. La cronista ha quedado exhausta para contarlo. Los niños que la acompañan quieren seguir de feria.
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