Entre las propuestas infantiles de verano en la ciudad de Buenos Aires hay una especialmente atractiva: ver películas en pantalla gigante bajo la brisa de los árboles. Esa es la invitación del Baficito, que presenta films para chicos todos los viernes y sábados de enero y parte de febrero en el Anfiteatro del Parque Centenario (Angel Gallardo y Leopoldo Marechal), con entrada gratuita. Se trata de vivir una experiencia cinematográfica alternativa, fuera de la sala. “Es vivirlo de una manera diferente. Y, en este sentido, está todo más que predispuesto para que suceda. Están dadas las condiciones de la película, el lugar y el momento del año para que los chicos disfruten esta experiencia lo mejor posible”, resalta a Página/12 Juan Manuel Domínguez, uno de los programadores del Baficito. Hoy a las 20.30 se proyectará Aviones 2: equipo de rescate, del director Roberts Gannaway. Y el próximo fin de semana a la misma hora se verá Muppets 2: Los más buscados (viernes) y Cómo entrenar a tu dragón 2 (sábado).

El Baficito es la versión infantil del Festival Internacional de Cine Independiente de Buenos Aires (Bafici), que tiene su segunda vuelta en el verano. Según destacan sus organizadores, este festival cuenta con una oferta muchísimo más amplia que lo que se da en la cartelera anual de cine para chicos. “Uno de los objetivos es generar un espectador sin pruritos y con criterios, que entienda que el gran programón es ir al cine, sin importar si vas a ver una película independiente de animación o la de los Muppets, de Disney”, cuenta Domínguez. Los films que se proyectan en esta versión en vacaciones de verano son todas animaciones, producidas en 2014. Esto tiene que ver con el gran crecimiento de la industria en los últimos años. De hecho, el festival abrió con la proyección de la película infantil brasileña O menino e o mundo, del director Alê Abreu.

El film que se verá hoy cuenta las andanzas de Dusty, quien en la primera película tuvo que demostrar todo su valor para alcanzar alturas imaginables y se convirtió en un gran competidor aéreo. En esta segunda entrega, la historia se centra en un equipo de aviones de bomberos cuya misión es proteger el Parque Nacional de Piston Peak de un terrible incendio. Cuando Dusty (de nuevo con la voz de Dane Cook) se da cuenta de que su motor está dañado, cambia las competiciones de carreras para unirse al veterano equipo de rescate contraincendios. Juntos se jugarán la vida por apagar un incendio enorme, y Dusty se dará cuenta de lo que cuesta ser un héroe de verdad.

Con respecto al crecimiento de la industria cinematográfica para chicos, Domínguez se mostró muy optimista. “La producción de cine infantil está perfectamente saludable. Aparecieron nuevas voces y nuevas formas. Lo cierto es que la animación nunca estuvo más en movimiento que ahora. La producción independiente es muchísima y es completamente inabarcable, la cantidad de películas que se producen es enorme en comparación con otras épocas. El cine infantil de animación vive un momento movedizo, hiperactivo y es mucho mas alterativo en las formas que el cine para adultos.” El joven programador agregó que “el hecho de que el cine infantil esté en movimiento tiene que ver con que la gente que se dedica a hacerlo está enamorada de la animación, tiene 30 años en promedio, y no tienen prejuicios en hacerlo. Se acabaron los pruritos por la animación, ya no es un consumo marginado. La gente que hace animación lo hace porque ama ese mundo y entonces constantemente intenta romper los bordes”. ¿Y qué sucede en América latina y en la Argentina? “Hay una oferta increíble como en el resto del mundo. Hay mucha gente trabajando en esto, hay muchas propuestas, hay muchas producciones en los canales de televisión que a veces no sabemos que están. Hay mucho movimiento.”