El hambre del esqueleto

Este libro de cuentos macabros de Nilda Lacabe es parte de la macabra colección Los macabros de Uranito. Son “cuentos para quedar sin aliento”, dan cuiqui en serio y no tienen final feliz. Están bien resueltos desde la ilustración por el estilo de Gerardo Baró, cercano a la historieta.

25 tarántulas

En otra colección de nombre de miedo –Pelos de punta– se editó esta novela corta ídem. Es de terror (¡mucho!) pero también de aventuras, y hasta admite una historia de amor en el medio. El héroe es Santino, un nene que casi no cuenta el cuento pero que, por suerte, idea un plan.

Lo más cruel del invierno

Para chicos un poco más grandes, esta novela de terror gótico tiene todo el clima de Edgar Allan Poe, un castillo, un pantano, un huérfano, una fantasmagórica presencia: La mesa está servida. Del inglés Chris Priestley, editado por Norma.