DANZA › EN SANTA FE SE REALIZA LA SéPTIMA EDICIóN DEL ARGENTINO DE DANZA
El festival organizado por la Universidad Nacional del Litoral reúne en esta oportunidad a once compañías de diferentes regiones del país, que se presentarán en tres salas a precios populares y harán intervenciones urbanas en dos puntos de la ciudad.
› Por Carlos Bevilacqua
Desde Santa Fe
La capital santafesina es reconocida desde afuera por dos clubes de fútbol, su proverbial humedad, un tipo particular de alfajores, un estilo de cumbia y, acaso, por una cerveza. Desde el prejuicio porteño, nada parece ligarla a una disciplina más bien elitista como la danza contemporánea. Sin embargo, desde anteayer y hasta el domingo por ahí anda, vivito y coleando, en su séptima edición, el Argentino de Danza. Organizado por la Universidad Nacional del Litoral (UNL), el encuentro reúne este año las producciones de once compañías de diferentes regiones del país que se presentarán en tres salas teatrales a precios populares y en dos puntos de la ciudad, ya como intervenciones urbanas, con acceso gratuito. “El objetivo principal del Argentino es brindar un panorama de lo que se está haciendo en danza contemporánea y, por extensión en la danza-teatro, en todo el país. Tratamos de ser bien federales al considerar todo el mapa nacional”, explica el coordinador artístico y programador del festival, Juan Berrón. “Además buscamos apoyar especialmente a los grupos independientes. En las provincias el trabajo es siempre más complicado porque las producciones son pocas y los canales de difusión e intercambio en nuestro ambiente no son muy fluidos.”
Coreógrafo, director y ex bailarín, Berrón fue el impulsor del encuentro a mediados de la década pasada, pero pudo sostenerlo en el tiempo gracias al apoyo de la universidad pública local, según cuenta. “El festival llegó en un momento oportuno porque ocupó un lugar que estaba vacío y en la UNL encontró enseguida un terreno fértil donde expandirse. Así pudimos firmar un convenio con el IUNA que nos permite traer maestros de Buenos Aires, hacer intercambios con otros ballets de universidades públicas y tener un plan de maestros tutores que vienen dos veces por mes a seguir el trabajo de coreógrafos locales.” La casa de estudios tiene además su propia compañía de danza con un peculiar sistema de directores rotativos, cada uno de los cuales dura en su cargo sólo un año. En ese lapso, debe preparar y estrenar una obra con bailarines siempre diferentes. “La idea es incentivar la producción y al mismo tiempo que el conocimiento vaya fluyendo”, justifica Berrón.
Otra particularidad de este encuentro es el llamado Producto Argentino, una pieza creada en apenas cuatro días (los mismos del festival) para ser presentada durante la jornada de cierre en un espacio al aire libre. “Se convoca a un director y a una serie de bailarines que nos parezcan valiosos, todos de diferentes ciudades y que no se conozcan de antes”, cuenta Berrón. La selección de las demás obras no se realiza a través de una convocatoria abierta. “Por un lado, recibimos videos de gente que ya pasó por el festival o que tiene algún contacto con nosotros. Por otro, tengo amigos que me van informando qué encuentran de valioso en diferentes provincias. Todo eso lo evaluamos según su calidad y funcionamiento, o sea que hayan dado una buena cantidad de funciones”, cuenta el programador. “Los videos los miro, pero no me quedo con eso porque no tienen el valor de la experiencia en vivo, así que me guío más por las trayectorias y las referencias confiables”, agrega.
El festival arrancó el jueves con una aguda reflexión sobre la condición femenina titulada Entre las piernas. Con tantos recursos coreográficos como teatrales, el grupo tucumano La Quinta Pata mostró así algunas ideas profundas pero no del todo acabadas, a partir de algunos rasgos del personaje principal de Carmen, la novela de Prosper Merimée. La jornada inaugural se prolongó luego en una doble función del Elenco Patagónico de Danza Contemporánea que dirige el neuquino Juan Pablo Ríos. Para saber si existe el aire, primero, fue un ameno inventario de posibles movimientos para quienes buscan correr los límites de un determinado espacio de acción, o al menos averiguar si hay algo más allá de esos límites. Antropomorfia, después, fue una especie de tratado en solfa sobre los estados de ánimo y sus expresiones en el cuerpo que alcanzó pasajes de gran vitalidad, no exentos de buen humor.
Hoy la programación vuelve a tentar con el díptico Apriete la teta + Potranquita adorada, de la porteña Silvina Grinberg, y con Potosí, del cordobés Cristian Setién. Más temprano habrá intervenciones urbanas en la Peatonal San Martín al 2000 (a las 11, 11.30, 12.30, 17, 18 y 21) y en la Plaza de las Tres Culturas (a las 17). Para mañana cabe esperar nuevas sorpresas en el mencionado Producto Argentino, en su versión 2011 a cargo del rafaelino Marcelo Alasino, que se expondrá en El Molino (Boulevard Gálvez y Pedro Víttori), desde las 19, y en El mismo hilo, el estreno de este año de la compañía de la UNL, a realizarse a las 21.30 en el Foro Cultural (9 de Julio 2150) bajo la dirección de la santafesina Milagros Betemps.
(Versión para móviles / versión de escritorio)
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina
Versión para móviles / versión de escritorio | RSS
Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux