El diario cubano Granma calificó a Mario Vargas Llosa de “Antinobel de la ética”. La televisión de la isla ya había sido dura al analizar las posturas políticas del Nobel peruano, al tildarlas de “reaccionarias”. Pero el periódico se explayó más. “Lo que ha construido con la escritura lo ha ido destruyendo con su catadura moral, los desplantes neoliberales, la negación de sus orígenes y la obsecuencia ante los dictados del imperio”, detalla un recuadro de la página de Cultura. En los ’60, Vargas Llosa visitó Cuba en reiteradas veces y cooperó con el centro cultural Casa de las Américas. Sin embargo, luego se distanció del gobierno de Fidel Castro.