“Nos deben una disculpa.” Eso reclamó Keith Richards, guitarrista de los Rolling Stones. El motivo: dos diarios suecos criticaron el show que la banda dio en Gotemburgo y comentaron que el excéntrico músico dio el concierto borracho. “Algo confundido” o “escándalo de los Stones borrachos” son algunas de las frases que irritaron al hombre. Desde los diarios suecos la respuesta no se hizo esperar. Markus Larsson, editor de Aftonbladet, le respondió: “Se puede ir olvidando (de nuestra disculpa). Es Keith quien debería disculparse. Después de todo, costó 145 dólares ver a un rockero que ni siquiera pudo tocar bien (la canción) ‘Brown Sugar’”. Richards también se cayó del escenario en un recital en Helsinki.