Es el sueño pop del siglo XXI: que un productor de una gran discográfica descubra el video del artista en YouTube y decida ofrecerle un contrato millonario. Eso le pasó a un grupo de monjes austríacos, que subían sus cantos gregorianos al popular portal de videos y fueron “descubiertos” por un cazatalentos de Universal. “Al parecer nuestra liturgia ejerce una gran fascinación en la gente”, explicó el padre Karl Wallner, el monje con más antigüedad en Heiligenkreuz, la abadía cisterciana ubicada en las cercanías de Viena. En su clip online, los cantos de los monjes se unen a espectaculares imágenes de los claustros góticos y escenas de los religiosos rezando y cantando.