CULTURA › BALANCE DEL PRE MICA CENTRO, QUE TERMINO AYER EN CORDOBA
Durante tres días, la iniciativa de la Secretaría de Cultura de la Nación generó redes de intercambio a través de rondas de negocios, clínicas y talleres. La idea es potenciar la pertenencia regional como ámbito dinamizador para las industrias culturales.
› Por Karina Micheletto
Desde Córdoba
El mercado de industrias culturales argentino genera un 3,7 por ciento del PBI, un porcentaje mayor que el que proveen la minería o la pesca. Brinda trabajo a más de 300 mil personas en forma directa. Con estos datos contundentes como punto de partida, desde el año pasado la Secretaría de Cultura de la Nación, a través de su Dirección de Industrias Culturales, viene trabajando, según se enuncia, en fortalecer y expandir este mercado. El foco está puesto en los muchos mercados que generan estas industrias creativas en todo el país, en la riqueza de su diversidad. Y en lograr que la circulación de estos productos no tenga que incluir a Buenos Aires como punto inevitable, manteniendo la pertenencia regional como ámbito dinamizador para estas industrias.
Para eso, la idea de los organizadores de los llamados Pre MICA (justamente, las siglas provienen del Mercado de Industrias Culturales Argentinas) es la de avanzar por regiones, generando rondas de negocios, clínicas, talleres y también muestras y showcases que generen redes de intercambio y también conocimiento mutuo entre los creadores de las diferentes regiones. En lo que va del año ya se realizaron los Pre MICA NOA, NEA y ahora fue el turno del Centro, con Córdoba como sede para la región que aglutina también a Entre Ríos y Santa Fe. El resultado de esta experiencia, que comenzó el jueves y terminó ayer, atravesando los festejos por el aniversario de la fundación de Córdoba, fue evaluado como altamente positivo, con más de 600 inscriptos que participaron de las rondas de negocios y volvieron a sus provincias con nuevas oportunidades de intercambio, o al menos, de conocimiento mutuo.
El trabajo abarcó disciplinas como la editorial, música, artes escénicas, diseño, videojuego y audiovisual. Esta última mostró particular entusiasmo en la participación, con una efervescencia más práctica que teórica que puso de relieve la importancia de concursos como los organizados por el Incaa, TDA y el CePIA, que ya han dinamizado el sector lo suficiente como para que una nueva camada de realizadores tenga material nuevo para mostrar. La charla que dio Juan José Campanella ayer, por ejemplo, tuvo que ser trasladada al Teatro Libertador, la sala más importante de Córdoba, con capacidad para 900 personas, ante la gran expectativa generada. Una cantidad de jóvenes –y no tanto– se dieron cita en otros tantos espacios dedicados al área audiovisual, como la clínica de realización documental que dictó Bruno Stagnaro. Allí llevaron sus trabajos realizadores cordobeses, santafesinos y entrerrianos, muchos de ellos ganadores de concursos y en plena etapa de producción. Los avances en forma de trailers o micros recibieron la devolución crítica de Stagnaro y de los colegas presentes.
Los intercambios revelaron el desafío que queda por delante para lograr documentales que muestren un dominio de las formas y los ritmos diferente de los convencionales, pero igualmente efectivos. La búsqueda “de un momento verdadero” como punto de partida para contar una historia; el logro de una empatía que “enganche” al espectador; la flexibilidad para incorporar el imprevisto como parte enriquecedora del proceso, aun cuando para eso haya que apartarse del camino prefijado (“estar alerta a la belleza de lo imprevisto”, definió Stagnaro); la forma de abrir el juego a un público más amplio que el interesado de antemano en la temática que plantea el documental; todas estas se cruzaron como cuestiones muy concretas a resolver, junto a dudas de orden más existencial como la de qué es lo que al fin y al cabo le gusta ver a la gente, Tinelli mediante. Las devoluciones de Stagnaro fueron puntuales, algunas resultaron duras críticas, aunque respetuosas, todas apuntadas a hacer avanzar las producciones desde las miradas innovadoras de los nuevos realizadores.
Sorprendió a muchos descubrir, gracias al Pre MICA, que existe en la Argentina una Asociación de Desarrolladores de Juegos que reúne a 65 empresas, que producen 50 millones de dólares anuales en volumen de ventas (el 95 por ciento de la facturación corresponde a ingresos por exportación), y generan más de 2000 empleos directos de profesionales altamente calificados. Entre estos profesionales hay programadores, animadores, sonidistas, músicos, expertos en arte 2D, 3D y conceptual. Un juego como “Bunch of heroes”, que mostró con orgullo Andrés Chilkowski, director de NGD Studios, puede llevar dos años de trabajo en todo este proceso. “El estadio de desarrollo en las provincias es diferente del alcanzado en Buenos Aires, algo que de a poco se irá revirtiendo. Por eso venimos no como compradores, sino como colegas que quieren aportar su experiencia en aciertos y errores”, define Guillermo Averbuj, a cargo de la organización del área de videojuegos.
Con seis sedes para dar cabida a todas las disciplinas, en el Museo Evita (ex Palacio Ferreyra) hubo lugar para el área editorial y las posibilidades de conformación y sostén de redes de distribución regionales. Como integrante de una mesa sobre periodismo cultural, y otra sobre revistas independientes, Ingrid Beck, directora de la revista Barcelona, pudo compartir una experiencia que genera admiración, tanto por su contenido y la ruptura formal que impuso, como por sus posibilidades de sostén en el tiempo. Lo que trajo para decir Beck, sin embargo, desencantó un poco a jóvenes entusiastas: “Muchos tienen la fantasía de que Barcelona es un emprendimiento exitoso, que los que la hacemos somos millonarios. Pero nosotros no podemos vivir de la revista, ni mucho menos”, anunció, para pasar a detallar las dificultades que, como toda publicación independiente, enfrenta esta revista que ahora es quincenal. Beck es miembro de la Asociación de Revistas Culturales Independientes de Argentina, una entidad que está trabajando por una ley que reconozca a la comunicación cultural autogestiva. Esta ley propone dar fomento al sector –que actualmente debe salir a “competir” en iguales condiciones que los medios que reciben pautas grandes, o dependen del sostén de diferentes organismos– con exenciones impositivas y fondos para créditos y subsidios, entre otros instrumentos.
Las llamadas “rondas de negocios” son instancias generadas para que los emprendedores y gestores culturales se conozcan, intercambien experiencias y generen esas oportunidades de negocios, presentes o futuras. Impresionaba asistir en el Pre MICA Centro a la experiencia de decenas y decenas de mesas, en medio de un gran bullicio de gente entusiasmada con el teatro, la música, el diseño, que llevaba para mostrar sus pilitas de discos o sus productos de diseño (de lo más diversos, desde lámparas hechas con tela de jean y cierres hasta bancos y macetas de caucho reciclado, pasando por un ingeniosísimo enrolla cables para cargadores de celulares y cables USB, Rolino, de diseño cordobés). Una de las más entusiastas era la salteña Solana Catalano, quien asistió a todos los Pre MICA y ya obtuvo resultados en su propia línea de diseño. “Trabajo accesorios con base textil fuerte. Fue en un Pre MICA anterior que conocí a una asociación de mujeres tejedoras wichí de El Potrillo. Ellas viven en el monte y a pesar de la cercanía geográfica no tenía idea de su existencia”, cuenta la emprendedora de Objetos de Agrado (www.objetosdeagrado.com.ar). “Para este Pre MICA ya estoy presentando en sociedad una nueva línea de productos que incorpora materiales y diseños hechos por estas tejedoras, que trabajan las semillas, las fibras vegetales y el teñido artesanal.”
El fuerte impacto del diseño y sus posibilidades de desarrollo regional se pusieron de manifiesto también en el desfile de cierre, que no es un típico desfile de indumentaria sino que suma la participación de bailarines y otros artistas de la región, y que responde a convocatorias regionales abiertas. Paola Pavanello, coordinadora del Area de Diseño del MICA, evalúa los logros obtenidos en los Pre MICA: “Es muy valiosa la interacción transversal entre los distintos sectores. Porque del encuentro entre un diseñador y un desarrollador de videojuegos también han surgido oportunidades, los cruces son infinitos. Y eso es lo que se viene en comercialización: sumarse a otros, ser más creativos no sólo en el resultado, sino en el proceso”.
También en el marco del pre MICA, un homenaje a los 400 años de la Universidad de Córdoba reunió a la rectora, Carolina Scotto, el director de la Biblioteca Nacional, Horacio González, y los escritores Vicente Zito Lema y Vicente Battista. Una destacada programación del circuito “Pre MICA off”, motorizada por músicos y productores de la zona, reclamó más atención a futuro por parte de los organizadores, mostrando a modo de fin de fiesta diario la rica producción de artistas locales como Vivi Pozzebón en el centro cultural La Fábrica. Coorganizado por la Secretaría de Cultura de la Presidencia de la Nación y los entes culturales de Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos, y con el aporte de los ministerios nacionales de Trabajo, Turismo, Industria, Relaciones Exteriores y Culto y Planificación Federal, además del Incaa, TDA, Afsca, entre otros organismos, el Pre MICA Centro dejó larga tela para cortar.
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