Ayer por la tarde el flamante ministro de Cultura porteño, el músico Ángel Mahler, recibió por primera vez desde que asumió el cargo, hace casi un mes, a trabajadores de la cultura y de la educación y a representantes de organismos de derechos humanos (estuvieron Taty Almeida, Lita Boitano y Mabel Careaga, entre otros) para hablar sobre la situación del sector. En una reunión que duró poco más de una hora prometió “hechos y no intenciones” y dijo que en los próximos días dará una respuesta sobre uno de los reclamos que más sonó en la reunión: la renuncia de Darío Lopérfido a la dirección artística del Colón.

En representación de todo el sector, treinta trabajadores de la cultura le entregaron al ministro un documento con una agenda común de políticas culturales conformada por trece puntos, entre los que se destacaron el conflicto con las habilitaciones, clausuras y multas a espacios culturales, el tema de las tarifas, la cuestión de presupuesto y fomento para la cultura independiente y la situación de los trabajadores del sector público, además del pedido de renuncia a Lopérfido. También se especificaron problemáticas concretas, como las de la danza contemporánea, el teatro independiente, los clubes de música, las milongas y los trabajadores ambulantes.

Escoltado por sus dos colaboradores de confianza –Guillermo Masutti y Leonardo Cifelli–, Mahler prometió mantener reuniones regulares con representantes de las distintas agrupaciones y dio alguna definición sobre este mes de gestión: la obra del Instituto Manuel de Falla tardará entre 8 y 10 meses más, la programación del año próximo para el Teatro San Martín está resuelta y se está encargando de que se adelante la reapertura del Teatro Alvear.

Antes de terminar la reunión, el ministro criticó la resolución de Lopérfido de darle una partida extra a las salas de teatro independiente que estuvieran anotadas en Proteatro. “Eso fue tapar el problema con una solución de momento. Es como darle un sanguche a alguien que tiene hambre. Nosotros queremos soluciones de fondo”, disparó, dejando ver sus diferencias con su antecesor.

En diálogo con Página/12, que estuvo presente en la reunión, Mahler calificó al encuentro como “positivo”, y prometió otro con todos los presentes para dentro de seis meses. Por su parte, Claudio Goreman, miembro de Cultura Unida, uno de los colectivos presentes, expresó que fue una reunión “interesante” y un “nuevo comienzo”. “Por lo menos hay una aparente predisposición para empezar a trabajar juntos en las cuestiones urgentes de la cultura y para revertir estos meses de retroceso y falta de diálogo”, destacó.