La asunción presidencial de Mauricio Macri fue la fecha elegida por Tristán Bauer para renunciar a la presidencia del directorio de Radio y Televisión Argentina (RTA), cargo en el que se desempeñaba desde el alejamiento de Rosario Lufrano al frente del Sistema de Medios Públicos, a mediados de 2008. El cineasta, creador de señales como Encuentro y actor fundamental para el fortalecimiento del sistema de medios públicos argentino, finalmente decidió dar un paso al costado. Pese a que su mandato finalizaba recién en 2017, el anuncio público del flamante gobierno de desplazarlo de su cargo lo empujó a dimitir a su puesto. “Soy hombre de construcción y creo que, dada la decisión del futuro gobierno de incumplir con la ley y entrar en un proceso de destitución de mi persona, que sólo serviría para hacer daño al sistema de medios y entrar en un debate de idas y vueltas sin conclusiones certeras, he decidido presentarle mi renuncia a la compañera presidenta Cristina Fernández de Kirchner, en el ánimo también de que esta medida sirva para que con celeridad se conforme el directorio de RTA y recomience sus tareas sin dilaciones”, señaló Bauer, al momento de dar a conocer los argumentos de su dimisión.

La forzada renuncia de Bauer al frente de RTA (la sociedad de Estado que contiene a Canal 7, Radio Nacional y Télam) sorprendió a propios y extraños. Principalmente, porque la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual 26.522, que crea Radio y Televisión Argentina Sociedad del Estado (RTA S.E.), estipula en su artículo 132 que los cargos del directorio duran cuatro años, debiendo existir dos años de diferencia entre el inicio del mandato de los directores y el del Poder Ejecutivo. Ese artículo fue pensado, justamente, para robustecer la institucionalidad de los medios públicos, alejando en dos años la renovación de los siete miembros que conforman el directorio de RTA de la asunción presidencial, con la finalidad de despegar al funcionamiento de Canal 7 y Radio Nacional del gobierno de turno. Mandato renovado en 2013, Bauer tenía la potestad de continuar en su cargo hasta 2017. Pero el anuncio público de Macri de que ese rol iba a ser cubierto por el flamante titular del Sistema Federal de Medios y Contenidos Públicos Hernán Lombardi, ministro de Cultura de la ciudad de Buenos Aires hasta la asunción del nuevo gabinete de Horacio Rodríguez Larreta, terminó por hacer cambiar de opinión al cineasta.

“Mi idea –confesó Bauer– fue siempre la de cumplir con la ley que tanto nos costó conseguir, ley que fue votada por mayoría en las dos cámaras y que además fuera declarada constitucional por la Corte Suprema de Justicia, luego de superar tantas cautelares y obstáculos. Sin embargo, a los pocos días del triunfo del ballottage de la Alianza Cambiemos, comencé a percibir con mucha claridad que aquellos que preconizaban institucionalidad y republicanismo empezaban una fuerte campaña mediática de estigmatización de los medios públicos y un ataque directo a mi persona, indicándome que debía renunciar.” En efecto, Bauer y Lombardi mantuvieron en estos días una serie de “cordiales” reuniones, en donde cada uno expuso su posición. En la última, llevada a cabo anteanoche, la garantía de parte del director entrante de que no se iban a disolver ni el directorio de RTA ni el Consejo Consultivo de los Medios Públicos destrabó el alejamiento de Bauer y allanar el arribo de Lombardi, cuya intención es sumar a su órbita los canales Encuentro y Pakapaka, el parque temático Tecnópolis y el Centro Cultural Kirchner.

La dimisión a su cargo del director de Iluminados por el fuego pone fin a poco más de una década de Bauer en la función pública, en la que se transformó en una pieza fundamental para el desarrollo que evidenciaron los medios estatales durante el kirchnerismo. Convocado en 2004 por el entonces ministro de Educación, Daniel Filmus, para desa- rrollar un canal cultural-educativo, Bauer logró crear desde cero el Canal Encuentro, que desde 2005 se constituyó en una de las iniciativas audiovisuales más celebradas de las últimas décadas. Ya como director del sistema de medios públicos, tras el alejamiento de Rosario Lufrano en 2008, Bauer impulsó y colaboró en la creación de canales públicos culturales, como Pakapaka, DeporTV, Incaa TV y TecTV. Entre los principales logros de su gestión, se destaca que Canal 7 tuvo una necesaria renovación tecnológica, que llevó a la emisora a encabezar la era de TV digital, con transmisiones HD. Además, gracias al Arsat y la instalación de antenas repetidoras, por primera vez la TV pública llegó por aire a cada rincón del país, saldando una deuda histórica.

El regreso a la producción de ficción propia, realizada íntegramente en el canal, más el desarrollo de una programación diversa en cuanto a su contenido, terminó de hacer emerger al canal público del ostracismo al que durante décadas había sido relegado por administraciones anteriores. “Han sido 10 años de intenso trabajo colectivo, años de diseño, puesta en funcionamiento, ajustes, correcciones y vuelta a seguir adelante en la creación de un nuevo sistema público de comunicación”, subrayó Bauer, que sin perder su condición de “militante”, retornará a la producción cinematográfica, la cual abandonó durante la década en la que dedicó su energía a la función pública. La cordial transición hace pensar que, entonces, la calidad y el lugar que ocupan en la actualidad los medios públicos seguirán profundizándose.