Aunque las estadísticas parecen indicar que el mercado editorial argentino goza de buena salud, hace meses que las editoriales se encuentran en estado de alerta frente a la amenaza que implica la suba del precio del papel, el principal insumo de la industria del libro, que aumentó un 380 por ciento desde diciembre de 2001. En la librería El Ateneo de la calle Florida se inauguró ayer la Conferencia Editorial 2008, un ciclo de charlas orientadas a profesionales del sector, organizadas por Opción Libro, que se prolongarán hasta el viernes y de la que participarán Fernando Fagnani (Edhasa), el dibujante e ilustrador Carlos Nine, el traductor Jean-Marie Saint Lu, la especialista en literatura infantil y juvenil, la colombiana Silvia Castrillón, Canela y representantes de la Cámara Argentina del libro (CAL), de la Cámara Argentina de Publicaciones (CAP) y del Colectivo de Editores Independientes de la Argentina por la Diversidad Bibliográfica (Edinar), entre otros. “El panorama editorial es muy pujante; la industria editorial es la que más ha crecido en los últimos años y esto le da un valor a la ciudad, la dinamiza”, señala María Alejandra Ungaro, directora general de Industrias Creativas del Gobierno de la Ciudad. “Queremos fortalecer el desarrollo de editores y libreros, afianzar la creación de valor de los sellos independientes y acrecentar el público lector.”

El traductor Jean Marie Saint Lu (Francia), especialista en literatura hispanoamericana que ha traducido al francés a Javier Marías, Guillermo Cabrera Infante, Fernando Vallejo, Ernesto Sabato y Eduardo Galeano, habló de los laberintos de la traducción con Silvia Hopenhayn. Hoy será el turno de los diseñadores e ilustradores. A las 15, Mario Blanco, director de Arte del Grupo Editorial Planeta, que ha realizado cubiertas para los libros de autores como Cortázar, García Márquez, Borges, Sabato, Benedetti, Neruda, Arlt, Faulkner y Pessoa, entre otros, analizará los nuevos desafíos en el diseño editorial. A las 18, Carlos Nine, artista plástico, dibujante, ilustrador de libros y comics, trazará un panorama de la ilustración. Mañana habrá una conferencia sobre la clave para la venta de derechos de autor y la promoción internacional del libro a cargo de la española Carmen Pinilla Ballester, especialista en derechos de autor. La jornada del jueves estará destinada a reflexionar sobre la literatura infantil en la Argentina y Latinoamérica, un género en notable expansión. Aunque todos la conocen simplemente como Canela, Gigliola Zecchin tiene una prolífica carrera como autora de libros infantiles y juveniles y fue directora editorial del área infantil y juvenil de Sudamericana. A las 15, la escritora y periodista contará su experiencia como escritora, editora y promotora de la literatura infantil en el país. A las 18, Canela dialogará con la especialista colombiana Silvia Castrillón, que presidió la Asociación Colombiana para el Libro Infantil y Juvenil y se ha desempeñado como asesora de la Unesco, OEA, OEI, Secab, Cerlalc y Naciones Unidas en materia de bibliotecas escolares, bibliotecas públicas, libros infantiles y juveniles y políticas públicas de lectura y escritura.

El viernes el cierre estará a cargo de Fernando Fagnani, gerente general de Edhasa que reflexionará sobre el gerenciamiento editorial, y de representantes de la Cámara Argentina del libro (CAL), de la Cámara Argentina de Publicaciones (CAP), del Colectivo de Editores Independientes de la Argentina por la Diversidad Bibliográfica (Edinar), que realizarán un diagnóstico del mercado editorial de la Argentina. Según los datos del ISBN, en el año 2006 se registraron 964 entidades editoras de libros en la ciudad de Buenos Aires. En 2007, es aún mayor la proporción de libros editados en la ciudad: el 69 por ciento de los títulos y el 82 por ciento de los ejemplares del total del país. La cantidad de ejemplares editados en los últimos dos años creció un 37 por ciento. El año pasado se editaron 92,7 millones de ejemplares con 26.307 títulos, cifra record en términos históricos, que daría como resultado una tirada promedio de 3523 ejemplares por título. Apenas seis años atrás, en 2002, otro era el panorama: 33.708.268 ejemplares editados con 9964 títulos.

“En el esquema más básico de análisis de costos editoriales, en el que el editor multiplica por cinco el costo industrial para establecer el precio de venta al público, se parte de la premisa de que el papel, la tinta y la encuadernación alcanzan un 20 por ciento del PVP (precio de venta al público), los contratos de derechos de autor suelen ser un 10 por ciento, los gastos de promoción y distribución alcanzan en nuestro continente el 60 por ciento y el margen de maniobras del editor es de apenas un 10 por ciento, cifra con la cual debe mantener su estructura y obtener su beneficio”, advierte Guido Indij en Panorama de la edición independiente en América latina, incluido en La edición independiente como herramienta protagónica de la bibliodiversidad (publicado por Marea), de Gilles Colleu. “Las papeleras reciben la totalidad de su venta de manera anticipada; las imprentas a los pocos días de entregados los bultos; los libreros cuando realizan sus ventas o unas pocas semanas más tarde, cuando acreditan las tarjetas de crédito; los distribuidores, cuando cobran los libreros. Los editores, en cambio, sólo cuando la totalidad de las ventas y cobranzas se realicen, de ocurrir ello eventualmente.” Ante este panorama, explica Indij, “cada nuevo libro que editamos es una nueva ola creada por nosotros, y sólo la capacidad de regeneración de nuestros catálogos nos mantiene a flote. Un catálogo es un diploma al mérito de la subsistencia”.