El I-ching organiza la vida en torno del equilibrio y esta semana Hollywood se alinea con la filosofía oriental con el regreso de Sean Connery a la actuación y la mudanza de Joaquin Phoenix al mundo de la música. En el caso del ex James Bond se trata de un regreso del “retiro profesional” que se había autoadministrado. Connery volverá al ruedo (y a los rodajes) para Quest of Sheherzade, junto a Orlando Bloom, en lo que será su primera película desde La liga extraordinaria, de 2003. La actriz india Celina Jaitley adelantó a la prensa internacional que Quest of Sheherzade será una película de aventuras y acción basada en Las mil y una noches. Pero en paralelo al retorno de un baluarte histórico como Connery a la acción cinematográfica, la industria perdió a un valor joven como Joaquin Phoenix, compositor de personajes oscuros y conflictuados a la manera de Heath Ledger, otra pérdida reciente. Phoenix, de 34 años, es hermano del recordado River y dos veces ganador del Oscar (al mejor actor protagónico por Johnny y June: pasión y locura, la biopic sobre Johnny Cash que protagonizó) y a mejor actor de reparto por su interpretación de Commodus en Gladiador). Claro que Phoenix no acusó cansancio ni deseos de jubilación temprana: Joaquin se conectó tanto con la guitarra para recrear a Johnny Cash que decidió dedicarse de pleno a la música, como anunció el martes por la noche por vía televisiva.