Desde París

La historia del arte, y la historia de las orejas, puede llegar a cambiar para siempre. De acuerdo con un nuevo libro, el pintor Vincent van Gogh no se cortó su oreja izquierda en un arranque de ira y borrachera en Arlès en diciembre de 1888. Su oreja fue cortada por una espada esgrimida por su amigo Paul Gauguin, en una pelea de ebrios provocada por una mujer llamada Rachel y la verdadera naturaleza del arte. Según creen dos historiadores alemanes del arte, Gauguin mintió sobre el incidente y huyó: Van Gogh cubrió a su amigo para protegerlo y fue recluido en una institución para enfermos mentales. Y se suicidó siete meses después.

De confirmarse, la nueva teoría –basada en una relectura de los reportes policiales y declaraciones de testigos– podría hacer explotar la imagen de Van Gogh como un hombre inestable, en la frontera entre la locura y el genio. En la versión revisada de los eventos de Arlès en la Navidad de 1888, Vincent emerge como un alcohólico pendenciero y mentalmente frágil, pero también como un amigo fiel que se llevó el secreto de Gauguin a la tumba. Otros estudiosos de Van Gogh están intrigados, pero no convencidos. Los investigadores del Museo Van Gogh en Amsterdam prefieren aferrarse a la historia conocida: Vincent se cortó la parte inferior de su propia oreja, la envolvió en papel de diario y le pidió a una prostituta llamada Rachel que guardara ese objeto cuidadosamente.

La acusación de que Paul Gauguin causó un doloroso daño corporal a su amigo fue publicada por Hans Kaufmann y Rita Wildegans, de la Universidad de Hamburgo, en el libro de 392 páginas Van Goghs Ohr, Paul Gauguin und der Pakt des Schweigens (La oreja de Van Gogh, Paul Gauguin y el pacto de silencio). Los autores examinaron los reportes policiales de la época y relatos de segunda mano de las declaraciones de testigos, incluyendo declaraciones contradictorias del mismo Gauguin. Ellos admiten que no hay una prueba final contundente de lo sucedido y que la investigación policial de una pelea entre dos artistas borrachos fue en el mejor de los casos poco aplicada. Pero insisten en que toda la evidencia apunta al hecho de que Gauguin le cortó la oreja a su amigo de manera accidental.

Según los autores, los dos hombres estaban discutiendo en la calle, en parte por su interés común en Rachel, pero también sobre la manera correcta de pintar. Van Gogh sostenía que había que pintar desde la vida; Gauguin, que debía hacerse desde la imaginación. El pintor francés amenazaba con dejarlo, rompiendo el sueño de Van Gogh de fundar una utópica colonia de artistas en Arlès. Gauguin, un esgrimista amateur, habría avanzado por la calle con su equipaje y su espada; Van Gogh lo siguió. Gauguin blandió su espada para alejarlo, pero accidentalmente le cortó la oreja, y Van Gogh se metió en la casa de Rachel y le dio la parte seccionada. Al día siguiente, los dos hombres prestaron declaración ante la policía. Gauguin acusó a Van Gogh de lesionarse a sí mismo y dijo que lo había visto tambaleándose por las calles con una navaja en la mano. Van Gogh murmuró de manera incoherente, sin acusar a nadie. Tras examinar la evidencia, Kaufmann y Wildegans dicen que Gauguin se contradijo varias veces y aseguró haber visto hechos que no pudo haber visto. Otros testigos sugieren que Van Gogh provocó a Gauguin y éste lo atacó. Los dos hombres nunca volvieron a encontrarse. Gauguin volvió a París y luego emigró a la isla francesa de Tahití, en el Pacífico. Van Gogh fue internado y luego se mudó al pueblo de Auvers-sur-Oise, cerca de París.

¿Por qué Van Gogh habría cubierto a Gauguin? “El suponía que haciendo eso forzaría a Gauguin a seguir juntos. Obviamente lo adoraba”, dice Kaufmann. Si el incidente no hubiera sucedido, argumentan los autores, Van Gogh no hubiera sido recluido en la institución mental. No habría caído en una depresión profunda.. Habría seguido con su vida hasta llegar a una avanzada edad, como Claude Monet, y habría realizado muchas más pinturas.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.