Conrad Murray, el médico personal de Michael Jackson, no sólo está acusado por homicidio culposo, sino también por otros delitos, como haber recetado medicamentos de manera ilegal. El médico fue denunciado por haber conseguido drogas a un adicto y recetado medicamentos de modo irregular, según coinciden diversos medios, citando fuentes policiales. Murray está acusado de haber suministrado al cantante, instantes antes de su muerte, el peligroso sedante Propofol. Tras dos allanamientos en la casa y los consultorios, la policía investiga ahora sus relaciones con otros doctores, además de revisar cinco discos rígidos y numerosos archivos confiscados. En otro orden, la oficina del juez de instrucción del condado de Los Angeles aplazó indefinidamente el resultado de la primera autopsia realizada a Jacko. Esta información añade aún más incertidumbre a las especulaciones sobre el suministro de drogas al cantante poco antes de su muerte. También está en la lista de sospechosos Arnold Klein, el dermatólogo de Jackson, que admitió públicamente que le suministraba Demerol, un poderoso calmante, aunque le quitó importancia al asunto al asegurar que no era nada que pudiera matarlo. Además de estos dos nombres, existe una lista que maneja la policía de Los Angeles en la que podría haber hasta una docena de nombres que participaron en la trama para conseguirle medicamentos a Jackson.