Días atrás, la Corte de Apelaciones del Segundo Distrito de Los Angeles denegó la petición de Roman Polanski de desestimar su caso por la violación de una joven. Ayer, el mismo organismo permitió que el cineasta sea juzgado sin necesidad de que esté presente. Fue una decisión unánime, asentada en la idea de que el director franco-polaco lleva tres décadas sin poner un pie en suelo estadounidense después de cometer su delito. En opinión de los jueces de la Corte, esa acción judicial permitiría al magistrado del condado de Los Angeles evaluar los alegatos de los defensores del director de Chinatown y El bebé de Rosemary, entre otros films, sobre un presunto mal manejo de su caso al inicio de las audiencias, hace casi 30 años. Si la evidencia es consistente, podría modificar el destino del director, evitándole la excarcelación en Estados Unidos, indicaron los jueces. En tanto, Polanski permanece en arresto domiciliario. Ayer, él y su esposa, la actriz Emanuelle Seigner, iniciaron una querella contra el periódico francés Journal du Dimanche y las revistas semanales Voici y VSD por publicar imágenes de su salida de la cárcel suiza. Exigen una indemnización de 75 mil euros (107 mil dólares) por daños y perjuicios.

Algunas de las fotos muestran a los hijos de la pareja del cineasta en su chalet de Gstaad, donde se encuentra Polanski. El próximo 12 de enero, una jueza de trámites urgentes de París se pronunciaría sobre la demanda.