OPINIóN
› Por Diego Hurtado *
La Argentina tiene tres Premios Nobel en ciencias, algo inusual para un país en desarrollo. ¿Cómo se explica? Tal vez se pueda pensar que entre 1920 y 1950 aún mantenía el perfil de país emergente. Con el inicio del proceso de industrialización, algunos empresarios locales pensaban con cierta grandeza y eran capaces de financiar institutos de investigación, como fue el caso de Juan B. Sauberán o Jaime Campomar, que subvencionaron los institutos que, junto con la Facultad de Medicina de la UBA, serían el “semillero” de los Premios Nobel argentinos. Sin embargo, la erosión del autoritarismo resulta clara en el vínculo de los tres Premios Nobel con su país. Mientras que Bernardo Houssay –Premio Nobel en Fisiología y Medicina en 1947– no dudó que debía trabajar en Argentina, a pesar de padecer la expulsión de la UBA como consecuencia del golpe militar de 1943, Luis F. Leloir –Premio Nobel de Química en 1970– estuvo a punto de migrar en 1956, cuando el Instituto Rockefeller le ofreció un laboratorio y cargos para él y sus colaboradores. Houssay y Eduardo Braun Menéndez –otro fisiólogo de aquella tradición excepcional– lograron convencer a Leloir de permanecer en el país. Leloir obtuvo el Premio Nobel en 1970. La historia del tercer Premio Nobel, ya no del todo argentino, iba a ser muy diferente. César Milstein obtuvo su doctorado en la UBA y un segundo doctorado en la Universidad de Cambridge (Inglaterra). Regresó a la Argentina en 1961, para hacerse cargo de la división de biología molecular del Instituto Malbrán. El instituto fue intervenido y su director, víctima de una “trampa” política, fue separado de todos sus cargos. Dos años más tarde, una resolución ministerial motivó que ocho investigadores del mismo instituto fueran separados de sus cargos. Milstein decidió volver a Inglaterra. Veinte años más tarde, en 1984, habiendo obtenido la ciudadanía británica, Milstein recibió el Premio Nobel en Fisiología y Medicina, junto a Georges Köehler. El historiador Miguel de Asúa cita al presidente del Medical Research Council, quien en el momento de otorgarle a Milstein el premio de dicha institución expresó: “Ningún otro científico del Medical Research Council ha efectuado semejante contribución a la ciencia, salud y riqueza de Inglaterra”.
* Autor del libro La Organización de la Ciencia en la Argentina (1930-2000).
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