La última novela de María Dueñas, El tiempo entre costuras, no necesitó de grandes campañas publicitarias para convertirse en un fenómeno editorial en España, donde es el libro más vendido (más de 500 mil ejemplares). Pareciera que la escritora no termina de acostumbrarse a la fama, atribuida por los diarios españoles al boca en boca. “En mi éxito no hay mito, sólo curro”, dijo recientemente en declaraciones a El País. Nacida en 1964, Dueñas es doctora en Filología Inglesa y profesora titular en la Universidad de Murcia. También ha dado clases en universidades norteamericanas. Durante unos meses viajó al mundo de la ficción y de la investigación para tramar la historia de encuentros, traiciones, conspiraciones y ternuras que es El tiempo entre costuras, libro que la trajo a Buenos Aires para su presentación.

La novela cuenta la historia de la modista Sira Quiroga, quien deja Madrid antes de la Guerra Civil Española, arrastrada por el amor. Se instala con un hombre en Tánger, una ciudad mundana, exótica y vibrante donde lo impensable puede hacerse realidad, incluso la traición y el abandono. Sola y acuciada por deudas ajenas, Sira se traslada a Tetuán, la capital del Protectorado español en Marruecos, donde forja una nueva identidad y logra poner en marcha un atelier en el que atiende a clientas de orígenes remotos y presentes insospechados. Con la contienda española recién terminada y la Segunda Guerra Mundial a punto de estallar, el destino de la protagonista queda ligado a personajes históricos que la empujan a un arriesgado compromiso.

“Cartesiana, para nada: no soy pasional, pero tampoco calculadora”, se define Dueñas. Su novela, en cambio, no tiene medias tintas, porque “está llena de todas las pasiones humanas y eso lo agradecen los lectores”. Y, al referirse a Sira Quiroga, detalla: “Quise hacer la historia de una superación. La protagonista carece de solidez en nada y pierde la cabeza con lo más fácil: un hombre”. Finalmente, aclara que el asunto no tiene nada de autobiográfico: “Uy, no. Soy muy madura de cabeza”.