El compositor y ensayista Juan Carlos Paz decía que la Argentina era un país de primeras audiciones. Pero eso es lo que sucede en el mejor de los casos. La verdad es que la mayoría de las obras de muchos de los autores fundamentales no se han tocado ni siquiera una vez. Por eso el programa de conciertos monográficos dedicados a las obras de compositores argentinos actuales que proyectó la Biblioteca Nacional resultan fundamentales. Hay, desde ya, una idea de reparación en el hecho de que mucha música muy poco o nada frecuentada pueda ser tocada y, en el caso de Antonio Tauriello, el compositor a quien le estará dedicado el concierto de hoy a las 17 en la sala Jorge Luis Borges de la Biblioteca (Agüero 2502), se trata de un acontecimiento de gran trascendencia.

Nacido en 1931, es uno de los autores más importantes y, al mismo tiempo, menos escuchados de la Argentina. Becario Guggenheim en 1969 y ganador de varios premios, desde 1969 hasta 1971 tuvo a su cargo la dirección del departamento de Opera de la Julliard School of Music de Nueva York. Durante el mismo período dirigió la Orquesta Sinfónica de Washington en los conciertos de los Festivales Interamericanos de Música, y entre 1972 y 1985 se desempeñó como director asociado de la Lyric Opera de Chicago. El concierto de hoy, coordinado por el también compositor Antonio Zimmerman, incluirá obras de distintas épocas y escritas para diferentes conformaciones instrumentales: Memoria, para piano solo; Diferencias, para flauta y piano; Cuatro piezas d’après Alban Berg, para violín y piano, y Al menor ruido los pájaros se callan, para violín, piano, contrabajo y cinta. Los intérpretes serán los integrantes del Ad Libitum Ensamble, conformado por el flautista Guillermo Irusta, la violinista Elena Buchbinder, Marisa Hurtado en contrabajo y Alejandro Labastía y Tomás Nine en piano.