La Metro Goldwyn Mayer presentó la bancarrota a sus acreedores, en un plan que tiene el objetivo de liberar una abultadísima deuda de 4000 millones de dólares. El movimiento sería gestionado por la compañía de cine y producción de televisión Spyglass Entertainment, aunque MGM se refugiará en la Ley de Quiebras el próximo 22 de octubre, fecha para la cual deberá contar con el aval de al menos la mitad de sus cien acreedores y dueños de los dos tercios de la deuda, para mantener un porcentaje de la compañía.

De acuerdo con el plan, la productora privada con sede en Los Angeles contribuirá con los activos y fusionará dos entidades subsidiarias para seguir controlando una participación del 4,69 por ciento de la compañía. La Ley de Quiebras estadounidense permite la reestructuración y posible resurgimiento de una empresa, de allí que pueda mantener esa propiedad. Según Los Angeles Times, es posible que se elimine el departamento de distribución e incluso que haya una reubicación de la sede de los estudios en instalaciones más baratas.

Es que la presión de los acreedores es muy fuerte, pues se trata de compañías de la talla de Anchorage Advisors LLC, Highland Capital Management LP, y de Carl Icahn, que según las previsiones se harían con el 95,3 por ciento de la compañía tras concluir el procedimiento.

En el último tiempo, la MGM había desestimado una oferta de dos mil millones de dólares de India Pariwar y otra de 1500 millones en la misma moneda de Time Warner. La pregunta es: ¿quién se quedará con el león?