“Siempre que reciba algo interesante”, Clint Eastwood no descarta volver a ponerse delante de las cámaras. Así lo anunció al salir a dar a conocer su próximo proyecto como director: Hoover, en la que contará las peripecias de Edgar Hoover, el controvertido agente federal que a los 20 años ingresó al FBI y acabó convirtiéndose en su principal más recordado. Eastwood acaba de estrenar en Nueva York su última película, Hereafter, en la que aborda las posibilidades de la comunicación psíquica con los muertos. Y en ese marco deslizó la posibilidad de volver a actuar en cine y precisó las primeras informaciones sobre su proyecto Hoover: “Quiero que sea algo loco. El personaje de Hoover es interesante. Crecí viéndolo desde el punto de vista de un niño y sería interesante hacerlo desde la perspectiva de cómo era realmente y qué relaciones tenía”, dijo Clint sobre el agente que falleció en 1972, dejando tras de sí una estela de casos resueltos y más de una polémica. Gran Torino, de 2008, fue el último proyecto en el que Eastwood tomó un papel como actor. Pero se trataba, en última instancia, de una de sus películas. A sus 80 años, y aunque admita que “algunas veces” lo ha pensado, no contempla tomar la decisión de abandonar: “No, me gusta lo que hago”, se excusó en la rueda de prensa de su último film en Nueva York. “Son tres historias completamente diferentes pero todas conectadas por gente que quiere saber qué se esconde en el misterio de la muerte, en la vida después de la muerte”, explicó en la première. Matt Damon, protagonista del film, mencionó además que “es una historia de amor diferente”. “Nunca había leído una historia así ni visto una película exactamente como ésta –destacó Eastwood–; por eso la quise hacer. Supongo que estoy en una etapa en la que no quiero hacer cosas repetitivas o replicar algo que ya hice en el pasado.” “Al principio de mi carrera, mi relación con la muerte era ayudar a la gente a morir”, bromeó el intérprete de Harry el Sucio.