Matar a Bin Laden era, además de la intención de las fuerzas estadounidenses, el título que la directora Kathryn Bigelow (foto) había elegido para una película en la que ya trabajaba y en la que el actor australiano Joel Edgerton ocuparía el rol protagónico. La directora (ciudadana de Estados Unidos), que el año pasado recibió el Oscar a la mejor dirección por Vivir al límite, inició hace semanas el casting y las primeras tareas de preproducción, según se informaba ayer en el sitio deadline.com, dedicado a la industria cinematográfica. El asesinato de Osama bin Laden claramente acelerará los procesos de aquí en más, y también cambiará la línea argumental y los detalles de la narración. La idea original era representar un intento fallido de las fuerzas armadas estadounidenses por acabar con el líder de Al Qaida. Para el gran público de Estados Unidos, el principal cambio será este final “festivo” que ofrece la realidad internacional y que Bigelow se apresura ahora por retratar y adaptar.