LA RENOVADA CULTURA DEL CARNAVAL
Por un lado, el Carnaval Federal de la Alegría propone “revalorizar” las celebraciones populares “como espacio de encuentro” de los argentinos. En la ciudad de Buenos Aires este año participarán 118 murgas, que desfilarán por los 34 corsos repartidos en los barrios.
› Por Sergio Sánchez
Si para algo sirve el Carnaval es para rebatir la idea de que la calle es un espacio hostil. El barrio es identidad, historia, terreno fértil para las relaciones, y no tiene por qué ser un terreno habitado por desconocidos. El Carnaval enseña a mirarnos a la cara, sin importar las diferencias sociales. Esas reivindicaciones son las que afloraron con la restitución de los dos días de Carnaval, que habían sido robados –como tantas otras cosas– por la última dictadura cívico-militar, en 1976. Gracias a las marchas que emprendieron desde 1994 las agrupaciones murgueras, los feriados de Carnaval fueron recuperados a fines de 2010 a través de un decreto de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. A dos años de su reincorporación al calendario, Página/12 propone un recorrido por los principales carnavales y corsos del país, y analiza, en la voz de sus protagonistas, los logros y lo que aún falta por hacer para que la fiesta no se quede sin espuma.
Bautizado Carnaval Federal de la Alegría, se celebrará a lo largo y a lo ancho del país. A fines del mes pasado, el ministro de Turismo, Enrique Meyer; el secretario de Cultura de la Nación, Jorge Coscia; el presidente de Aerolíneas Argentinas, Mariano Recalde; el titular de Anses, Diego Bossio, y el titular del Consejo Federal de Turismo, Bernardo Racedo Aragón, firmaron un acuerdo para “reivindicar” y “revalorizar” las celebraciones populares “como espacio de encuentro” en todo el país. “Si hay una riqueza cultural de los argentinos que nos hermana con nuestra pertenencia su-
damericana es la diversidad cultural y, en el Carnaval, la honramos y celebramos. Al Carnaval, como valor cultural enriquecedor, ya lo hemos recuperado, ahora hay que garantizarlo y sostenerlo”, enfatizó Coscia. Los festejos oficiales tendrán lugar el fin de semana largo a partir de las 19 en el Mercado Central (Tapiales). Además de un desfile de murgas, hoy tocarán Los de Fuego y Siempre Salta, mañana Bruno Arias y Kristania, el lunes Los Parraleños y la murga uruguaya Agarrate Catalina, y finalmente el martes se presentará Tambó Tambó.
Durante todos los fines de semana de febrero, las calles de la ciudad de Buenos Aires se vestirán con la multiplicidad de colores, diseños y propuestas artísticas que caracterizan a cada murga. Los Pecosos de Floresta, Los Mocosos de Liniers, Los Calaveras de Constitución, Los Auténticos Rayados de Villa Lugano, Resaca Murguera de San Cristóbal, Los Mamarrachos de Almagro, Los Cometas de Boedo, De Paso Cañazo, Los Nenes de Buenos Aires, Bailando en una Pata, El Rechifle de Palermo, Los Cachafaces de Colegiales, Los Verdes de Monserrat, Los Quitapenas, Buscadores de Sueños, Los Bohemios de Lugano, Los Descontrolados de Barracas, Los Caprichosos de Mataderos, Los Mismos de Siempre y Los Impresentables de Flores serán algunas de las agrupaciones murgueras que desplegarán la identidad de cada barrio porteño. “Los corsos permiten a los vecinos estar en contacto, conocerse, cosas que se han perdido en estos tiempos. Es un espacio de diversión, alegría y contención”, sostuvo Pablo Fassina, coordinador del programa Carnaval Porteño.
Este año participarán 118 murgas, que desfilarán por los 34 corsos repartidos en Almagro, Balvanera, Boedo, Coghlan, Colegiales, Flores, Liniers, Lugano, Mataderos, Paternal, Palermo, Villa Pueyrredón, Piedrabuena, San Telmo, Villa Crespo, Villa Urquiza, Saavedra, entre otros. Para Fassina, la reinstauración de los feriados de Carnaval “es una reivindicación que tuvieron todas las murgas desde que volvió la democracia. Se marchaba todos los años para recuperarlos. A nivel nacional los carnavales van ganando más aceptación, respeto y la gente cada vez los va haciendo más propios”. Los festejos comenzaron el fin de semana pasado y se extenderán hasta el 24. Un dato no menor: las murgas porteñas fueron declaradas Patrimonio Cultural de la Ciudad de Buenos Aires en 1997.
“Consideramos la murga como una herramienta política, cultural y social y creemos que es la voz del pueblo”, sentencia Marcelo Fucchi, de Los Verdes de Monserrat, una agrupación nacida en 1996. Y sigue, sin dar respiro: “Nos enfocamos en poder decir las cosas que muchos argentinos piensan y no dicen, particularmente en la ciudad de Buenos Aires. Me refiero a las cosas que hace (Mauricio) Macri, que nos hace recordar a la década de los noventa, cuando achica los presupuestos de cultura y educación. A diferencia de él, nosotros estamos totalmente convencidos de que a través de la cultura se pueden lograr cambios”. Si bien se muestra satisfecho por la vuelta de los feriados, considera que habría que “unificar un poco más las culturas de Latinoamérica y poder generar intercambios entre las diferentes agrupaciones del Carnaval”.
Representar al barrio de origen es todo un desafío y un orgullo. Así lo entiende Héctor Cicero, de Los Viciosos de Almagro, formada en 1950. “Hay quienes buscan irse de vacaciones, pero también estamos los que esperamos la llegada de febrero para salir a la calle y mostrar todo lo que preparamos durante el año”. Su primera vez en la murga fue a los 18 y hoy, con 43, dice que es algo muy incorporado a su vida. “Es una expresión popular que no admite diferencias de clases sociales. Porque participan desde uno que lustra botas hasta un empresario. No discrimina”, se entusiasma Cicero.
En el contexto carnavalero, el teatro IFT (Boulogne Sur Mer 549) sube la apuesta y propone un desafío: inaugurar un tablado rioplatense, que quedará abierto todo el año, para consolidar y fomentar el trabajo que realizan las murgas tipo uruguayo. “El teatro adhiere a los festejos de Carnaval convocando a nuestras murgas estilo uruguayo, porque, fiel a su trayectoria, busca facilitar su escenario a aquellas propuestas artísticas populares que tienen una relevancia cultural y necesitan difusión”, explicó Miriam Boudemont, directora artística del IFT. Bajo el nombre Carnaval a Dos Orillas, el tablado se abrirá sábado por medio a las 21 y reunirá a murgas argentinas tipo uruguayas, y uruguayas. Hoy se presentarán La Mojigata (uruguaya), La Gamur del Rioba (argentina) y Garufa de Constitución (argentina); el 23 subirán al escenario Contracara, El Clan Termo Testa y Aulet de Momo, y el 2 de marzo será el turno de Va de Vuelta, Tute Cabrero y Preparate el Siete.
¿Por qué grupos de estilo uruguayo? Porque “adoptamos el canto, el estilo de la murga uruguaya, la vestimenta y el maquillaje”, resume Marcelo García, de Preparate el Siete. En este sentido, Germán Delgado de Lagamur del Rioba explica que en el ciclo habrá distintos estilos: “Va a haber murga porteña y murga que replica el estilo de allá. Las de estilo uruguayo toman lo que es murga canción, que innovan el formato tradicional, con más guitarra. Se adopta de la murga uruguaya el formato de las voces, la impronta contestataria y la festividad”. Es decir, murgas de tablado que no desfilan pero que se paran en el escenario, entregan sus cuplés y despeinan con sus voces. Sin embargo, no se preocupan por las etiquetas. Lo que sí les preocupa es la restricción para formar parte de los corsos porteños y la falta de tablados en Buenos Aires. Se trata de un estilo muy fuerte también en el país, aunque no cuentan con lugares adecuados para mostrar sus trabajos. Y los corsos hoy no tienen las condiciones de infraestructura necesarias para recibirlas.
Agustín Abregú, de Tute Cabrero, explica: “Lo que falta es que las murgas de este estilo se inserten en el Carnaval porteño, porque es un ámbito para que estemos todos. Este encuentro en este teatro está bueno porque fusiona dos estilos, pero con una misma esencia: la crítica, el humor, la algarabía. Hay una movida fuerte que tiene que empezar a mostrarse. Y esta presentación es una buena lupa para hacerlo. El problema es que no hay muchas puertas abiertas para este estilo de murgas. Sólo participamos como agrupaciones invitadas, porque no figuramos en el reglamento del Carnaval porteño”.
El Carnaval es un ritual que se celebra en todo el mundo. Y, como tal, hay muchas formas de entenderlo. De hecho, en los márgenes de un mismo país, puede adoptar formas diversas, más en un territorio tan amplio como el de la Argentina. No es lo mismo, claro está, el Carnaval de la Quebrada de Humahuaca que el de Gualeguaychú. Aunque provengan de raíces culturales y tradiciones diferentes, ambos comparten el mismo espíritu de alegría, encuentro y desinhibición. “El Carnaval es un tiempo para olvidar las penas, las obligaciones cotidianas y entregarse totalmente a la alegría. Es un tiempo para disfrutar, divertirse y compartir sanamente en comunidad, con la familia y los amigos”, define a Página/12 el músico jujeño Tomás Lipán. Hoy, en el pueblo de Tilcara, las comparsas y agrupaciones realizarán el tradicional “desentierro del diablo”, en las laderas de los cerros.
Una vez “desenterrado el diablo”, la comparsa desciende al pueblo bailando al ritmo de músicas tradicionales, como el carnavalito o las bandas de sikuris. Luego desfilan por las calles y se detienen en diferentes casas para beber y comer. En esos “fortines”, como los denominan, se arman peñas y bailes hasta el amanecer. “Es una fiesta comunitaria donde se toma chicha, se comen comidas típicas y se canta toda la tarde –explica Lipán–. Te divertís sin pagar un peso. Es una expresión maravillosa. No hay colores partidarios, todo se hace en comunidad. El único fin es pasarla bien.” En los diferentes pueblos jujeños, el Carnaval se extenderá hasta el 17.
En otra sintonía, los carnavales de Corrientes y Gualeguaychú cada año dan muestras de espectacularidad y exuberancia. Las costosas y deslumbrantes carrozas, que evocan a los carnavales de Brasil, atraen a miles y miles de turistas. Son fiestas en donde se ponen en juego la creatividad y el ingenio, pero también el marketing. El corsódromo de la ciudad entrerriana abrió sus puertas el 5 de enero y las mantendrá abiertas hasta el 2 de marzo, todos los sábados. Comparsas como Marí-Marí, Kamarr y Ará Yeví preparan con dedicación sus vestuarios, carrozas y coreografías durante todo el año para ganar la contienda. Concordia, Gualeguay, Concepción del Uruguay, Hasenkamp, La Paz y Santa Elena también tendrán sus carnavales. En tanto, la capital correntina dio inicio a sus carnavales el 24 de enero y los extenderá hasta el 16. En su edición 2013 participarán las comparsas Ará Berá (última campeona), Sapucay y Arandú Beleza y las agrupaciones musicales Samba Total, Imperio Bahiano, Sambanda, Samba Show y Kamandukahia.
El conurbano bonaerense también tendrá sus festejos. Las murgas La Cotorra, Quitapenas, Agarrate Catalina y el grupo Arbolito serán las protagonistas del Carnaval de Venecia. Hoy a las 20 se presentarán en El Museo de Arte, Tigre; y el lunes al mismo horario harán lo propio en el Paseo de la Ribera, Zárate. Durante las jornadas, actores, bailarines y músicos lucirán trajes y máscaras venecianas originales que datan de 1800 y de principios de 1900. En la zona sur del conurbano, las murgas Arrabaleros del Dios Momo, Sin Esclavos, Zarabanda Arrabalera y Los Firuletes calentarán el empedrado el martes a las 19 en la Plaza San Martín, Monte Grande.
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