“Escuchar sus historias, sus tonadas, sus formas de reír... eso sí que es alimento para el espíritu”, lanza Fabián Matus y no está lejos de condensar, en tal frase, la impronta del encuentro Músicas de Provincia, que entre el jueves 10 y el domingo 13 de octubre llevará a cabo su novena edición en el ECuNHi (Libertador 8465). “Una gran casa abrigadora, claro, donde el arte y la cultura enlazados con la memoria, la denuncia y el compromiso amalgaman el objetivo del encuentro. Ciertamente el resultado es sanador”, extiende el hijo de Mercedes Sosa que, en esta ocasión, participará en una mesa debate sobre el Nuevo Cancionero. Una de las actividades, al cabo, entre las tantas que el encuentro propone con el fin de retroalimentar entre sí geografías, culturas, artes y gente de todo el suelo argentino. Federalismo al palo que incluirá cruces entre músicos, sí, pero también de cinéfilos, pintores, bailarines y escritores a través de talleres, muestras, charlas, danzas y proyección de películas. “El hecho de registrarse en el otro y en la necesidad del otro nos hace mejores y más fuertes”, agrega la cantante Chiqui Ledesma, organizadora del encuentro.

En lo estrictamente musical, la jornada arrancará hoy a las 19.30 (con entrada gratuita) con las presentaciones del grupo platense Castañas de Cajú; el pianista y compositor entrerriano Carlos “Negro” Aguirre; el jujeño Bruno Arias y Peteco Carabajal, hijo mimado de La Banda, un colectivo total que, además de sus propios repertorios, hará un alto en la huella para homenajear al maestro Ramón Ayala. Mañana, a partir de las 20, subirán a escena Nicolás Rainone, por La Pampa, y la banda tucumana de Rubén Lobo, ambos inspirados representantes del folklore con olor a siglo XXI. “Es un gran compromiso hacia mi tierra natal, al saber que voy a estar representándola en cada nota”, indica Rainone, multiinstrumentista enrolado en la vertiente neofolk, mientras Lobo, percusionista de fuste, piensa en aportar su grano de arena “para afianzar nuestra identidad”. Sucederán a ambos, la Bruja Salguero, por La Rioja; el Amicho Dúo y Vivi Pozzebón, en representación de Córdoba. “Siento que va a ser muy fuerte tocar en la ex ESMA, tan atravesada de energías oscuras que las Madres han sabido transformar con estos encuentros llenos de música, arte, conciencia y vida, por el hoy y por el porvenir”, siente la percusionista cordobesa. “Para mí, además de una buena manera de crecer en el otro, este encuentro brinda la posibilidad de reconocer, si no es de conocer, lo que sucede en las provincias, donde existe una enorme cantidad de artistas excepcionales que trabajan con amor por su cultura musical. Claro, por la lejanía ese trabajo no llega tan fácilmente a los principales medios y este encuentro posibilita en parte ese anhelo”, agrega la Bruja Salguero, de La Rioja.

El sábado 12, en tanto, será el turno de Mavi Díaz & Las Folkies (“Le auguramos una larga vida al encuentro, es esencial para la cultura”, dicen ellas). También del acordeonista bonaerense Hernán Crespo; de los Guzmán, por San Luis; de Lorena Astudillo, también por Buenos Aires, y de la Orquesta Popular de Cámara Los Amigos del Chango (Farías Gómez). “El encuentro es para mí una enorme celebración, porque implica un abrir los oídos a lo que sucede más allá de la General Paz, y al revés, para los músicos del interior enterarse de lo que sucede en Buenos Aires con el folklore, porque la música es encuentro, crecimiento y aprendizaje más allá de las fronteras regionales”, sostiene Astudillo, que llega al Músicas con el flamante disco Un mar de flores.

El domingo, día final, espera los toques del chaqueño –de Quitilipi– Alan Guillén, la bandoneonista y cantante porteña Susana Ratcliff; el grupo argenperuano de música andina Wauqe; Marcelino Azaguate, de Mendoza, y Tomás Lipán, por Jujuy. “Para mí hacer este encuentro es un acto de militancia con el arte. Como provinciana y autogestora, sé lo que cuesta cada paso que se da en la ciudad. Claro que la ley de medios nos ayudaría mucho si se pusiera en práctica, pero hasta que no esté en vigencia, Buenos Aires seguirá siendo el centro, y el solo hecho de vivir aquí me hace sentir en el compromiso político y moral de generar estos espacios”, extiende Chiqui Ledesma, una de las organizadoras de la movida, en la que también está involucrada Teresa Parodi.

Entre el resto de las actividades, habrá para todo gusto y parecer. Desde una charla-taller a cargo de Ramiro González (cantor y compositor riojano) y Maxi Ibáñez (poeta cordobés) bajo el título de “El paisaje cancionero” (viernes, a las 18), hasta muestras sobre María Elena Walsh y Suma Paz. Desde la proyección del documental de Eduardo Falú, Canto al paisaje soñado (domingo, a las 18), hasta el preestreno de El Zurdo, de Claudia Regina Martínez, sobre el músico entrerriano Zurdo Martínez (domingo a las 16). Desde el taller de danzas La cueca cuyana, a cargo de Jorge “Negro” Valdivia, Yanina Arias y Marcelino Azaguate (domingo, a las 17), hasta la proyección del documental Nuevo Cancionero, el movimiento, de la directora Gisela Levin. “Este film –cuenta ella– busca reflejar el ámbito de creación del Manifiesto del Nuevo Cancionero y nos sentimos orgullosas de aportar con nuestra tarea al rescate de la memoria de artistas únicos como lo fueron Tito Francia, Oscar Matus, Armando Tejada Gómez y Mercedes Sosa, y aún más porque lo hacemos desde Mendoza, su cuna.” El documental, que se mostrará el sábado a las 17, se extenderá en una mesa debate sobre historia y vigencia del nuevo cancionero que participará a Teresa Parodi, Patricio Féminis, Gloriana Tejada y Fabián Matus, con el escritor Pedro Patzer como moderador.

“Este encuentro implica resistir contra la zoncera madre que instalara Sarmiento y que todavía permanece en nuestra cultura: ‘Civilización o Barbarie’. Esa idea de que lo nativo es bárbaro y lo extranjero es civilizado... En este sentido, considero que el Músicas contribuye a que dejemos de creer que la cigüeña nos trajo de París, y nos ayuda a pensar que el cóndor nos trajo de los Andes, o la diuca de la pampa, o el crespín de Santiago del Estero”, redondea Patzer, dando un giro vital en el mapa. De esto se trata, claro.