Una nueva misa india se cumplió el sábado por la noche, con la presencia de 100 mil personas. El último show del Fisgón Ciego comenzó a las 21.30 en el Autódromo de San Martín. Se esperaba la mitad de público, pero –según publicaron varios medios locales– miles de fanáticos ingresaron sin entrada, tras incidentes con la policía, que respondió a las pedradas de los ricoteros con balas de goma y gases lacrimógenos. El Indio –junto a Los Fundamentalistas del Aire Acondicionado– abrió con el primer tema de su último disco (Pajaritos, bravos muchachitos), “A los pájaros que cantan sobre la selva de Internet”, y luego de esta canción dedicó el show a la hija de Tití Fernández, quien falleció en Brasil durante el Mundial y era admiradora suya. Hubo quejas por inconvenientes del sonido.

No venía sucediendo, pero en este caso hubo incidentes. “Hay un rumor dando vueltas y dice que al quinto tema del show vamos a abrir la puerta y dejar entrar a todo el mundo, aunque no haya comprado entrada; no es cierto y lo queremos desmentir, al recital del Indio sólo va a entrar el público que haya pagado su boleto”, había advertido la productora. Muchos fanáticos llegaron a San Martín sin la entrada, que costaba 500 pesos. Según publicaron los medios locales, se enfrentaron con la policía arrojando piedras, y la respuesta fueron balas de goma al aire y gases lacrimógenos en las inmediaciones del autódromo Angel Pena, ubicado a 50 kilómetros al este de la capital provincial. A los pocos temas de comenzado el show levantaron la taquilla. Un joven de 24 años llamado Mauro Alan Aguirre fue apuñalado luego del recital, en un intento de asalto. Según el diario Los Andes, le cortaron el cuello con un arma blanca en el Parque Agnesi y fue trasladado en grave estado al Hospital Perrupato.

El Indio interpretó 25 temas. Hubo muchos de su discografía solista y sorprendió con gemas de Patricio Rey. Entre los más celebrados estuvieron “Pogo”, de Ultimo bondi a Finisterre, y “Una piba con la remera de Greenpeace”, de Momo Sampler, última placa ricotera. Sonaron “Drogocop”, “Etiqueta negra” y la dramática “Pabellón séptimo” (esta última de El tesoro de los inocentes). Del último disco solista sonaron “Chau Mohicano” y “Amok Amok”. Antes de “To beef or not to beef” sostuvo: “Ya muchos han muerto acá. Tenemos pocas noticias del extranjero”. Es posible que se haya referido a la actualidad mexicana.

En medio del recital, que duró más de dos horas, los ricoteros bailaron “Nadie es perfecto” y “Ñam fri frufi fali fru”. “Esta canción no la hacemos desde la época de los pubs, creo”, sostuvo el Indio, y sonó el inédito “Roxana Porcelana”. No faltó el clásico “Juguetes perdidos”. Poco antes de la medianoche, “Todo un palo” y “Flight 956” dieron pie al cierre con “Ji ji ji”. Hubo algunos problemas con el sonido: los espectadores que estaban ubicados más atrás se quejaron de la poca potencia. El escenario contó con leds que en la previa transmitieron consignas como “Justicia a Walter Bulacio”, “Esta fiesta es sin bengalas” o “Respetemos a los pueblos originarios de las culturas preexistentes”.

Por supuesto que, como es habitual, la misa comenzó mucho antes del show. A Mendoza llegaron seguidores de todo el país, también de Chile y Uruguay, a dedo, en autos, micros y aviones. Desde días antes hubo un acampe en el Parque Agnesi, pegado al autódromo. Y desde el jueves hubo operativos viales y de prevención.