No es una novedad que los símbolos que denotan status o poder cambiaron; tampoco es nuevo que en la actualidad el consumo es el que brinda la posibilidad de distinción. Pero ¿qué pasa cuando lo que está de moda pasa de moda? ¿Cuando lo cool deja de serlo, cuando lo in está fuera y lo out es “lo top”? Frente a estas nuevas necesidades surgió una nueva búsqueda: la búsqueda de lo no cool. El uncoolhunting es la nueva forma de investigación, de la que emergen aquellas tendencias no exploradas por los circuitos de la elite. Javier Lourenço, Hernando Gómez Salinas, Diego Beyró y Diego Bazzino son los creadores de este grupo que encuentra productos y consumos culturales en ferias americanas, rutas suburbanas y mercados de pulgas, enalteciendo culturas despreciadas y marginales.

Esta nueva corriente tiene su conjunto de definiciones o categorías que la caracterizan. El manifiesto de la agrupación explica: “El uncoolhunting observa aquello que no está en las guías de turismo, hurga en el retro (el rescate de lo que alguna vez fue glorioso), lo trash (los márgenes de la cultura de moda), lo bizarro y el mal gusto (todo aquello no posible de ser digerido por el mercado de consumo), lo excéntrico o freak, lo extravagante o pretencioso, lo caro venido a menos, lo barato venido a más”. Esta nueva tendencia reivindica lo uncool como fuente de alternativa de inspiración. Numerosas agencias de publicidad lo tomaron como premisa para sus spots, como la campaña de Arnet Banda ancha para todos, y hasta la banda inglesa Coldplay en su video clip “The Hardest Part” muestra en tono irónico una anciana haciendo acrobacias junto a un fisicoculturista ruso.

La idea de un portal de tendencia que estuviera relacionado con todo lo último fue dada vuelta por estos creativos que decidieron transformar su proyecto en un habitáculo de la cultura off. Javier Lourenço y Hernando Gómez Salinas cuentan el objetivo del proyecto: “La idea es ser una fuente de inspiración diferente, que a través de la página se puedan enterar de otras cosas, más allá de lo que está ‘bueno’”.

–¿Cuáles son los parámetros de lo cool y de lo uncool?

J. L.: –Desde lo uncool no hay parámetros porque no hay reglas, en cambio dentro del cool hunting hay como categorizaciones. Todo lo uncool sorprende mucho más porque viene de registros que no existen.

H. G. S.: –El verdadero cool hunting es el descubrir todo aquello que todavía las marcas no vieron que está pasando. Lo cool está saturado: ahora hay que apropiarse de lo kitsch.

–¿Cuando lo uncool empieza a ser tendencia no pasa a ser cool?

H. G. S.: –Eso lo hemos discutido largamente... consideramos que un parámetro de lo uncool es que siempre está fuera. Siempre va a haber cosas que son cool y cosas que no son cool, por eso no se agota.

J. L.: –Quizá en cinco años lo uncool va a ser lo cool de hoy, por eso lo uncool siempre va a ser mucho más amplio. Lo cool es lo que llega y lo uncool no es sólo lo que casi llega, sino también lo que quedó completamente descartado.

–¿Por qué el nombre de lo que hacen tiene el mismo de lo que se quieren distinguir, pero negado?

H. G. S.: –Eso es por una cuestión con Internet, con los buscadores. Obviamente si sos del mundo de los cool hunters y querés estar a la vanguardia ponés la palabra en un buscador, por eso el nombre de nuestro sitio.

J. L.: –Claro, no es que seamos distintos a todo lo que está. Esto es sólo una parte de la tendencia, nosotros organizamos la tendencia de la no tendencia. No es que estemos completamente afuera, nuestro target es el mismo de los que están en el cool hunting.

H. G. S.: –Todo esto lo hacemos porque nos gusta y nos interesa, desde la realidad buscamos referencias para nuestro trabajo que sean diferentes. La otra idea general es la de generar todo un mundo de lo bizarro, como un rescate de la música de los ochenta, que en esa época fue olvidada... y con razón.

–Todo esto de la búsqueda de lo no cool, ¿lo piensan como resultado obvio del posmodernismo?

H. G. S.: –Puede ser, es muy posible por esa cuestión de que no hay evolución y todo se recicla. Yo pienso que cada proyecto es producto de su tiempo: esto hace diez años no podría haber existido, si no fuese por Internet o Youtube.

J. L.: –El tema del video es bastante importante dentro de la página, porque trabajamos más que nada con lo audiovisual, y sin Youtube eso sería muy complicado.

–¿El sitio funciona como una comunidad que se retroalimenta?

J. L.: –Sí, la idea es retroalimentarse. Funcionamos como editores y curadores al mismo tiempo de todos los contenidos. A medida que esto fue creciendo fuimos sumando colaboradores de otros lados del mundo.

H. G. S.: –Así es como descubrimos cosas a nivel marketing que son increíbles. Por ejemplo: un agua sin gas que se llama Burbuja, otra agua que se llama H2Ola. De todos modos, lo verdaderamente uncool es lo que no está pensado. No lo que está impuesto como kitsch, sino lo que es kitsch naturalmente.

Entrevista: Suyay Benedetti.