“Este CD es un proyecto muy valioso porque reposiciona la expresión artística en el ejercicio de los derechos de los chicos”, destaca Gladys Acosta Vargas, representante de Unicef en Argentina, al referirse al disco Tierra Firme, resultado de un innovador programa de inclusión socioeducativa de jóvenes en situación de pobreza, que lleva adelante una ONG de Lomas de Zamora, con el apoyo del organismo internacional. “Es una experiencia realmente positiva y quisiéramos que se extienda”, expresó. Las letras y la música del CD que mañana se entrega gratuitamente con la edición de Página/12 nacieron en dos talleres de composición musical que se desarrollaron a lo largo del año en dos barrios del conurbano profundo y olvidado, uno en la Villa IAPI, de Bernal Oeste, partido de Quilmes, y otro en un barrio de Claypole, Almirante Brown.

Esta cronista tuvo el placer de descubrir a los flamantes artistas a fines de agosto: conoció al grupo de poco más de treinta jóvenes en ese mundo propio, casi mágico, que el cantautor Marcelo Bo-ccanera con tanta pasión y sentimiento les ayudó a construir, una vez por semana, durante meses, en esos encuentros enriquecedores para uno y otros. Apenas un puñado de las más de cien canciones que se gestaron en ese ámbito de tanta creación e inspiración forma parte del CD Tierra Firme. Reflejan sus sentimientos, sus miedos, sus ilusiones. Vale recordar que muchos de los que plasmaron sus tristezas y sus alegrías en poesías, al inicio del taller no sabían separar en sílabas, como el mismo Bo-ccanera se encarga de señalar a la hora de evaluar el impacto del trabajo musical en los chicos.

“Este proyecto muestra que el arte es un compañero de la educación. A través de la música se ha logrado vincular el derecho sustantivo a la educación con los derechos a la expresión artística, a la opinión y a ser escuchados. También evita esa terrible estigmatización de que cuando hay pobreza, todo lo que viene es malo”, enumera la titular de Unicef en Argentina, con gran entusiasmo por la iniciativa. Los talleres de composición musical encabezados por Boccanera son parte de un proyecto más amplio de la Fundación de Organización Comunitaria (FOC), una entidad de Lomas de Zamora con una extensa trayectoria en el trabajo con niños y adolescentes en el sur del conurbano. Tierra Firme nace como una de las propuestas o puertas de entrada que el Programa Desafío de FOC ofrece a jóvenes que se han desvinculado de la escuela.

La idea es permitirles realizar actividades que no estén tan estandarizadas como la escuela, donde la relación entre ellos y los profesores o talleristas sea más abierta, donde puedan sostenerse en otros jóvenes que están al tanto de los que les pasa a ellos, donde vayan construyendo una confianza con el mundo adulto basada en su propia identidad personal y colectiva. “A partir de que los chicos se enganchan en estos espacios “puente” –talleres de formación para el trabajo, de arte, deporte, promoción de la salud, recreación– vamos desplegando una metodología, muy artesanal, para que tengan interés de volver a la escuela y terminar sus estudios”, detalla a este diario César Perri, vocero de FOC. Una de las patas del Programa Desafío es la Red de Jóvenes Unidos, jóvenes que pasaron por situaciones similares a las de los chicos excluidos, que conocen los barrios y los van a buscar a las esquinas para que vayan a algunos de los talleres. “Luego de que se enganchan nuevamente en la escuela, nosotros vamos haciendo distintos seguimientos con la familia. El problema de la exclusión educativa requiere de este abordaje de miradas múltiples para intentar darle respuesta”, sigue Perri. El Programa Desafío se lleva adelante en alianza con organismos gubernamentales (como la Dirección General de Escuelas de la provincia de Buenos Aires y el Ministerio de Trabajo de la Nación), Unicef y varias empresas. En total, según datos de FOC, unos 6640 adolescentes y jóvenes han vuelto a la escuela a través de esta iniciativa.