Mr. Praline del Monty Python’s Flying Circus (John Cleese). Conocida la noticia de la vuelta del grupo cómico a las tablas, vale el recuerdo del sujeto en el que, seguramente, sea el sketch más famoso del programa de los británicos. El hombre de tonada muy escocesa y muy aguda que quería presentar una queja en una veterinaria. ¿El motivo? Le habían vendido un loro que había “dejado de existir”, “expirado”, “era un fiambre”, “le habían bajado la cortina”, “había ido a encontrarse con su creador”, “estirado la pata”, “descansaba en paz”. Y antes de todos esos eufemismos para nombrar a la Parca, Praline había sacudido al pajarraco contra el mostrador.