SERIES › HELIX, OTRA SERIE QUE PLANTEA UNA PANDEMIA GLOBAL
La serie que emite la señal AXN explora las consecuencias de un extraño virus que se propaga desde una estación en el Artico. Un thriller que se codea con el gore, un raro sentido del humor y una puesta en escena apta para un drama de interiores.
› Por Federico Lisica
Para los productores de Helix, serie que acaba de estrenar AXN (los domingos, a las 22), el brote del virus de Ebola fue una impensada e (in)deseable promoción. Más de mil muertos, monos portadores de la enfermedad, sanitaristas con buzos de protección, infectados de varias naciones (entre ellos un sacerdote español llegando a su país desde Liberia en una especie de ataúd de plástico), que dan lugar al remanido bigger than fiction. Un primer punto a favor de esta producción, es que toma el trasfondo de una posible pandemia global sin olvidar nunca su faceta de entretenimiento. Como sucedía en Epidemia (protagonizada por Dustin Hoffman y Rene Russo), en Helix los protagonistas son expertos en este tipo de enfermedades. Pero a diferencia de aquel film hay más suspenso y acción que discursos de denuncia. “Lo que despiertan los contagios y las pandemias es algo con lo que las personas se pueden relacionar, a la vez despierta lo mejor y lo peor de ellas porque están aterrorizadas. Tienen tanto miedo de lo que puede pasar ya que no saben cómo lidiar con la situación”, explicó el productor Steven Maeda (hacedor de guiones de The X-Files y Lost). En Estados Unidos bastó que se viera el piloto para que se asegurara una segunda temporada.
No se sabe bien cómo o por qué en una estación científica en el Artico aparece un sujeto con un peligroso virus en su cuerpo. Quienes viajarán hasta allí para analizarlo son los miembros de un equipo del Centro de Control de Enfermedades de Estados Unidos comandados por el doctor Alan Farragut (Billy Campbell, con la misma voz y presencia cuidada que en The Killing). El infectado en cuestión es su hermano, quien no tuvo tapujos de encamarse con la ex esposa del protagonista, otra especialista en el tema y que obviamente es parte de la misión (Kyra Zagorsky). Así es como el drama familiar se mezcla con el suspenso, una tensión que por momentos se codea con el gore. El paciente que parece estar viviendo sus últimas horas –con vómitos negros y venas inflamadas– muta a una especie de zombie fortalecido y violento (el efecto Walking Dead) capaz de amputar brazos y escapar por las cañerías de todo el complejo de última tecnología.
Campbell, fan declarado de la ciencia ficción, dijo que uno de los motivos por los cuales aceptó participar de Helix fue por su amor a obras como La Cosa, de John Carpenter, y La amenaza de Andrómeda (libro de Michael Crichton que fue llevado en más de una ocasión al cine). El intérprete señaló que actuar con un traje de aislamiento no fue tan malo como pensaba, aunque esa vestimenta no lo hizo inmune a otro elemento: “La serie aborda el miedo primal a ser devorado por lo salvaje del humano. Es algo que llevamos dentro que nos puede poseer y destruir. No lo podemos prever. Antes se pensaba que era el Diablo. De hecho mucha gente todavía lo cree así. No puedo pensar en algo más atemorizante que eso”.
El verdadero Satán de Helix es la Arctic Biosystems, dueña de la base donde se desarrolla la trama. La cara visible de esa compañía farmacéutica donde empezó a gestarse el virus es Hiroshi Hatake (Hiroyuki Sanada). ¿Por qué oculta sus experimentos con monos? ¿Cuál es la razón por la que muestra cierta placidez frente a la peste? Preguntas que no tardarán en responderse. Más allá de las esperables vueltas de tuerca y dobles caras de algunos personajes, hay un pulso enérgico en dirección, y recursos bien explotados como el montaje en paralelo. La persecución del episodio piloto entre monos de laboratorio y humanos en las cañerías fue una demostración de los alcances de la TV actual. También el uso de una banda sonora con viejas canciones pop que suma extrañamiento, relajo, humor negro y recuerda a los lapsus musicales de Lost.
En tanto, el terror se expande. ¿Quién es más destructor, el hombre o el virus?, le preguntaron a Billy Campbell. “Bueno, ¿hay alguna diferencia? Si ves al patrón de crecimiento en nuestro planeta verás que los humanos son el virus. Nos propagamos de la misma manera. ¿Cuál es el mayor peligro? No lo sé. Hay gente que te cortaría la garganta sólo para ver las burbujas de sangre. Es horrible pero es verdad. Es como esa canción de Johnny Cash, ‘Folsom Prison Blues’, cuando canta ‘les disparé a un hombre en Reno sólo para verlo morir’. El virus en cierta manera es más admirable que eso. No te mata sólo para verte morir. Te mata para que pueda vivir. Y eso es muy loco”, dijo.
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