Página/12 En Canadá

Desde Toronto

El espectador de Hannibal (AXN estrenará la tercera temporada hoy a las 23) se sorprendería al revisar la biblioteca del Dr. Lecter (Mads Mikkelsen) en el set. Posiblemente más que con su patentado estilo de grotesco refinado, o viceversa. Porque allí aparecen desde las memorias de la ex primera dama Barbara Bush y algunos best-sellers románticos de Danielle Steel. Difícil imaginar a uno de los más cultos y famosos villanos de la historia (del cine, literatura y tevé) dedicándole su tiempo a estas lecturas. No muy lejos de los estantes está colgado el dibujo en carbonilla de un paisaje florentino. A esa parte de la Toscana se trasladará el relato en la primera parte de esta temporada. Bryan Fuller, el realizador de Hannibal, decidió cambiar la tónica de tener al “asesino serial de la semana” y partió la entrega en dos para que sea más “orgánica”, según confiesa a la prensa. La primera mitad (en total serán trece capítulos) ubicará entonces al psiquiatra en el viejo mundo y con una nueva identidad, como traductor y experto en arte antiguo, acompañado por Bedelia Du Maurier (Gillian Anderson).

Eso sí, Lecter ahora está en la mira de la policía, ya que se descubrieron sus crímenes en Baltimore, aunque sus gustos de sibarita atroz se mantienen inalterables. Pasar de una ciudad gris a una Europa glamorosa no es un mero detalle en una entrega que, justamente, se ha destacado por su manufactura visual. Tanto a nivel temático como estético, Fuller apunta que una de las mayores referencias para este reinicio fue la película Venecia Rojo Shocking (Nicholas Roeg; 1973). Particularmente para el desarrollo del personaje de Will Graham (Hugh Dancy), el asesor del FBI y con el cual Lecter está obsesionado ya que admira su forma de adentrarse en el razonamiento criminal. “Will es alguien que escapa de una situación pero para ser acosado por algo peor. Está perseguido por la vida. En el segundo episodio se van a dar cuenta de la influencia de esa película. Es un poco como Donald Sutherland”, señala Fuller, quien se declara ávido fan de los films de horror. ¿Cómo hace para mezclar tantas alusiones de diferentes obras y que el resultado no quede pastiche? Tal vez ese sea el encanto de esta versión que se suma a la ya abultada mitología del Dr. Lecter. Es más, su creador dice que trabaja como un DJ pinchando distintas partes de aquello que escribió Thomas Harris y/o se llevó a la gran pantalla.

La segunda parte de esta temporada será una suerte de miniserie que recurre al inicio de la saga: el Dragón Rojo. Con Lecter tras las rejas y como mentor de un discípulo suyo, Francis Dolarhyde. Personaje acomplejado por su aspecto, y que ya fue interpretado por Tom Noonan y Ralph Fiennes en versiones cinematográficas. En este caso lo hará el británico Richard Armitage. “Es alguien que está maltrecho por su pasado, está aprendiendo a gatear y removiendo su piel para volverse otra cosa, algo más grande”, lo define Armitage, quien fue Thorin, el rey de los enanos en la trilogía de El Hobbit. Para el actor no sólo significó adentrarse en la mente de un psicópata, sino dentro de su cuerpo –y particularmente la boca– ya que es un fisicoculturista con labio leporino y con dialecto de Missouri. “Fue un montón de trabajo. En el primer episodio que aparece ni siquiera habla. No lo escuchás pronunciar una palabra. Su habla va surgiendo lentamente hasta que al final se revela como alguien de modos poéticos y góticos. Es algo muy singular”, añade.

De vuelta en el set, donde se ha creado el ático de Dolarhyde, se palpa la humedad y se respira la congoja. Una capa de polvillo cubre todos los muebles, una silla de rueda, lámparas, hasta el añoso material de revelado fílmico y una moviola. “Es un sujeto trágico encerrado en un ambiente opresivo”, describe Steven Lightfoot, productor ejecutivo, mientras juega con una mascarilla conectada a un tanque de gas como Dennis Hooper en Blue Velvet. La redención para Dolarhyde sería con una mujer, posibilidad que Hannibal se empeñará en destruir. “Es un amor fatal”, indica Fuller. “Lo bueno es que pudimos meternos bajo su piel. No es como en otros episodios en lo que aparecía el cuerpo del delito y el asesino en la resolución. Ahora son seis horas con este sujeto. Queremos que el público se sienta confundido con él. Para mí el romance con Reba es fascinante. Tenés a Dolarhyde, que lleva a una ciega a un zoológico y se las arregla para que ella toque a los animales. Es de lo más romántico que pude leer. Nos ocupamos de que el asesino tenga el mismo peso en la serie que los demás. Es triste. Personalmente, la mitad de las veces siento empatía y sollozo por él .”

Hugh Dancy anticipa que entre Lecter, su personaje, y Dolarhyde se dará un triángulo singular, “como una pulseada muy grande” y concuerda con que el nuevo homicida logra un perfil más amplio en la serie. “Se trata de alguien que no es simplemente un monstruo haciendo cosas horribles. Es un hombre en guerra consigo mismo y está tratando de parar. Está en conflicto. Va camino a volverse alguien lleno de rabia y quizás tenga una chance de redimirse”, anticipa. “Será una herramienta para Will y para Hannibal, uno trata de salvarlo y quiere que se mantenga en su caja, el otro que abrace la oscuridad para que su conversión como el Dragón Rojo sea definitiva”, explica Armitage. Para Mads Mikkelsen, por su parte, la aparición de un nuevo asesino serial implica más de un pecado capital en la serie. “Siempre hay vanidad, ¿no? Otros podrían llamarlo celos porque hay un nuevo chico en el pueblo tratando de llamar la atención. Lo más importante es esto, Dolarhyde es para Lecter una vía para acceder a Will. Es parte de su ingeniería, es la gasolina que mantiene viva a este tipo”, concluye el actor danés.