“Entre el arado y el hacha siempre elijo el hacha”, dice un personaje de Vikings (hoy estrena su tercera temporada FOX Action a las 22 con episodio doble). Otro le sigue y se pone más poético: “Cuando la primavera llega y mi sangre se calienta, sólo tengo ganas de saquear y luchar”. Y al final del primer episodio sucederá todo lo que prometen los personajes. La serie gira alrededor del de Ragnar Lothbrok (Travis Fimmel), un guerrero que se volverá el hombre más poderoso del pueblo nórdico. Al descendiente de Odín, lo secunda Lagertha (Katheryn Winnick), una “mujer, campesina, guerrera, hermosa”, como la define el rey Egberto de Wessex. En esta temporada, los nórdicos pactan con el británico para conquistar más tierras inglesas. Pero el líder de estos paganos se tienta con la idea de conquistar París.

Vikings, conformada por diez episodios de una hora, fue creada por Michael Hirst (The Tudors), uno de los primeros hombres en darle ese toque de glamour a la recreación histórica desde que escribiera el guión del film Elizabeth. La saga se ubica hacia el siglo VIII, en el contexto más glorioso para este clan. Se ha dicho que a diferencia de Spartacus, Roma y Game of Thrones, aquí hay menos glorificación de la violencia y sexo gratuito, y se está más cerca de un portarretrato del vigor, con la lealtad y el descubrimiento de la inteligencia como temáticas secundarias. Se realizaron comparaciones hasta con The Sopranos, claro que la tonada de esta tribu es un poco más dura.