MUSICA › SIGUE EL CICLO CONTEMPORANEO EN EL TEATRO SAN MARTIN
Las otras nuevas preguntas
Cinco compositores argentinos crearon obras inspiradas en La pregunta sin respuesta, escrita por Ives en 1906.
› Por Diego Fischerman
En 1906, un vendedor de seguros escribió una de las obras más extraordinarias de la historia de la música. Dicen que su padre le hacía cantar sus ejercicios de solfeo acompañándolo en una tonalidad diferente a la de la melodía. Se sabe que el vendedor de seguros fue, además, organista profesional en iglesias desde que cumplió 14 años. Y que compuso una última sinfonía, la cuarta, que demandaba varios directores de orquesta. Donde otros, en esa época, componían pensando en equilibrados desarrollos, él lo hacía superponiendo bloques, montando himnos de iglesia con canciones populares, marchas militares y citas en clave a pasajes de Emerson o Thoreau. Charles Ives, en 1906, escribió La pregunta sin respuesta y mucho de lo que él planteó aún sigue sin ser contestado.
Tal vez por eso, o, como dice Martín Bauer, coordinador del excelente ciclo de música contemporánea que viene desarrollándose en el Teatro San Martín, porque “es uno de los espíritus más libres de la historia y todavía hoy su perspectiva resulta tan singular que puede ser tomada como un desafío por autores actuales”, esta noche se presentarán, en la séptima jornada del ciclo, seis obras de compositores argentinos que responden a –o que expanden las preguntas de– la obra de Ives. Un grupo de solistas dirigido por Santiago Santero estrenará, a partir de las 20.30 y en la sala Casacuberta, Recuerdo repetido, de Rubén Blasco; Druidas, de Claudio Ferrari; Las preguntas sin respuestas (¿Qué quiere la mujer?, Oh, Dios, ¿por qué me has abandonado, ¿A quién no le gusta acabar?), de Gabriel Senanes; Obra nueva, de Mario Cura, y Sutras en torno a la pregunta: I: Aham Brahmasmi; II: tat team asi, de Camilo Reiners. Además, el grupo tocará dos obras de Ives: La pregunta sin respuesta, obviamente, y Halloween.
El ciclo del Complejo Teatral de Buenos Aires, que comenzó con una producción sumamente cuidada de la ópera Medea, de Pascal Dusapin, y que presentó, entre otras cosas, una extraordinaria versión de Laborintus, de Luciano Berio, y la actuación del Cuarteto Latinoamericano, de México, continuará la semana próxima con la participación de un músico notable: el alemán Peter Ablinger, al frente del Ensemble Zwischentöne, en un concierto unido por la idea de “instrumentos prohibidos” (tablas de lavar, vasos, membranas de lluvia, tubos de vidrio y monedas, entre otros). El viernes 25 actuará el violista Garth Knox y el martes 29 se presentará Fábula, una “ópera de bolsillo” del argentino Oscar Strasnoy, sobre libreto de Alejandro Tantanian, basado en una historia folklórica italiana y en un esquema dramatúrgico de Renate Ackerman. En el concierto de hoy, la consigna para los cinco compositores fue inspirarse, de alguna manera, en la composición de Ives y tener en cuenta el orgánico de la obra, en la que participan una trompeta, un grupo de maderas y uno de cuerdas. La composición de Ives, de la que existen dos versiones, consiste en la superposición de tres discursos musicales en tres estilos diferentes. Junto a sus piezas para dos pianos afinados a un cuarto de tono de distancia, Three Places in New England, su Cuarteto para cuerdas Nº 2 y la increíblemente compleja Sonata “Concord”, para piano, este es uno de los puntos salientes de una obra que, como señalaba Juan Carlos Paz, sólo podría haber tenido lugar en Estadios Unidos, donde no había una tradición a la que rendir pleitesía. La interpretación que se oirá esta noche incluye un quinteto de cuerdas, conformado por Marta Roca y Mariano Farro en violines, Benjamín Bru en viola, Martín Devoto en cello, Sergio Rivas en contrabajo, dos flautas (Patricia García y Juliana Moreno), oboe (Laura Politi), clarinete (Alejandro Cancelos) y trompeta (Valentín Garvier).