En un verano en el que el rock, como dice el lugar común, brilló por su ausencia, se acaba al fin la abstinencia: hoy, un rato antes de las 17 y en la bella comuna cordobesa de San Roque, arrancará una nueva edición del Cosquín Rock, el festival más tradicional de la escena argentina. Además de la visita internacional de rigor (Deep Purple, en gira por su cuadragésimo aniversario), hasta el domingo desfilarán muchos de los nombres fuertes del rock vernáculo: Los Piojos, Las Pelotas, Intoxicados, Babasónicos, Catupecu Machu, Ratones Paranoicos, Almafuerte, Los Cafres, León Gieco, Las Pastillas del Abuelo, Los Gardelitos, Massacre y Almafuerte, entre muchos otros. Uruguay también dirá presente con sus máximos créditos, La Vela Puerca y No Te Va Gustar. Como en las últimas ediciones, habrá tres escenarios, ubicados en un predio que empieza al pie de un cerro y que mira al lago San Roque y la ciudad de Carlos Paz. Uno de los tablados será temático en cada fecha: el primer día será copado por el heavy (Horcas, Oconnor, Lethal), el segundo por el punk (2 Minutos, Cadena Perpetua, Flema) y el domingo por el reggae (Resistencia Suburbana, Fidel, Riddim). Pero esta edición tendrá un bonus el viernes 27, nada menos que con Manu Chao como cierre y con Karamelo Santo y Kapanga en la grilla.

El productor José Palazzo solía decir que se trata del “más federal de los festivales”. Y aunque ahora él mismo se encargue de otros encuentros rockeros con nombre de auspiciante en Córdoba, la aglutinación de músicos y fans en el centro geográfico de la república (hay un monolito que así lo anuncia a pocos metros de donde tocan las bandas) durante las vacaciones veraniegas convirtieron a Cosquín Rock en un clásico. Por eso no suena tan alocado que a la comuna cordobesa se la bautice efímeramente como San Rock-e. A diferencia de los que se hacen en Buenos Aires, este festival tiene sabor a aventura, lo que se verifica en los campings en los que para buena parte de los asistentes. Adentro del predio, el fernet y la cerveza ayudan a aguantar el maratón de artistas, pero a pesar de que se vende alcohol, impera la tolerancia: si a alguien no le gusta una banda, tiene otros dos escenarios a los que puede ir a buscar sonidos más afines.

La primera noche deparará emociones fuertes, porque el cierre estará a cargo de Intoxicados. O, mejor dicho, lo que queda de la banda de Pity Alvarez, tras la partida del guitarrista Felipe Barrozo y el bajista Jorge Rossi. ¿Con qué saldrá el cantante esta vez, antes de dedicarse al regreso de Viejas Locas? Hace dos años, su show fue con lleno total; esa noche cerraban los Babasónicos, que esta vez tocarán antes de Intoxicados. Pero no será todo: Catupecu Machu pondrá electricidad; el cruce entre Gieco y los hardrockers D-Mente promete; Las Pastillas del Abuelo y Massacre buscarán certificar su buen momento. Los meteorólogos anuncian lluvia el sábado, que acentuará (como casi siempre) la sensación de “Woodstock criollo”. ¿Será por los traetormentas de Deep Purple? Los británicos no cerrarán la noche, sino los criollísimos Almafuerte, y también estarán La Vela, No Te Va Gustar y Los Cafres. El domingo, el cierre será con Los Piojos, en fecha compartida con Las Pelotas, Ratones Paranoicos, Los Gardelitos, Viticus y Don Vilanova.