MUSICA
Lanzamientos
8-EL CIELO ACÁ
Romina y los urbanos Unión de Músicos Indep.
Tal vez haya sido un acierto haber editado El cielo acá en verano, porque es, verdaderamente, el menos veraniego de los discos lanzados en los últimos años. Salvo que pretenda retratar este verano porteño, con domingos lluviosos y sin fútbol. La melancolía se arrastra hasta la apología de la tristeza (su epítome es el tema Soy triste, el mejor del CD) en las canciones de Romina Grosso que, sin ajustarse técnicamente al género, expresan el tango mejor que el tango mismo. F. D.
7-NO HAGAN BANDERA
La Tregua Mogno Music
El título del disco ya adelanta una declaración de principios, que los 16 tracks se encargan de confirmar. El grupo La Tregua está formado por dos guitarristas argentinos (Alfonso Pacín y Fulvio Paredes) y un percusionista chileno (Sebastián Quezada), radicados en Europa. Las fronteras geográficas y genéricas se diluyen en este CD, que se interna en el folklore sudamericano (prevalece el componente afro, pero siempre en diálogo con otras expresiones) con absoluta libertad creativa. F. D.
6-TANGO CARTONERO
Jorge De Brun Fonocal
El uruguayo Jorge De Brun ensaya aquí un cruce de épocas y estilos, uniformados por su estilo vocal, sobrio y ajustado. La elección del repertorio no siempre está a la altura de su búsqueda, pero pueden rastrearse dos líneas bien definidas: la interpretación de clásicos (Mi Buenos Aires querido es acaso el más obvio) y el encuentro con una nueva lírica. Esta última inquietud se ve expuesta en Carritos cartoneros, el tema que escribió Carlos Ceretti para testimoniar la debacle social post 2001. F. D.
6-ONE WAY TICKET TO HELL
The Darkness - Warner
En The Darkness todo luce bastante anacrónico y hasta un poquito grotesco pero, para millones de personas, esas condiciones son precisamente las que le dan razón de ser a la banda británica. En su segundo disco, One Way Ticket to Hell, reincide en sus tics de expresionismo bizarro, pero exhibe alguna pretensión de seriedad. Entre el hard rock y los coros sobrecargados, pero siempre remitiendo a los años ’70, The Darkness provoca, en el mejor de los casos, una sonrisa cómplice. F. D.